“No creo que haya ningún inconveniente, nada más que sí tenemos un poquito de miedo… pero pues sí hay que tendeles la mano”. Las palabras las dijo la señora Lupita, quien tiene una tienda en la colonia Auditorio, donde se asienta el recinto Benito Juárez, que desde ayer alberga a la caravana migrante.
Entre los colonos reinan el temor y el desconocimiento frente a esta situación, que por primera vez se presenta en Guadalajara, donde nunca antes se había preparado un espacio para alojar indocumentados. Alegan no haber sido consultados por las autoridades y menos informados sobre este hecho o las formas en qué deben actuar frente a él; algunos como Verónica, vecina y comerciante, ni siquiera estaban enterados de que cientos de centroamericanos serían sus vecinos por algunas horas.
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Una vez enterada, la joven se dijo neutral con esta acción, siempre y cuando los migrantes no pasen la puerta del auditorio hacia la calle durante su estancia. “Que se queden confinados allí adentro, que no tengan la libertad de andar saliendo, porque exponen a los comercios, a la gente de por aquí, pues es gente que no conocemos y no sabemos qué plan traigan”, apoya otra tendera cuyo negocio se asienta al lado del de Verónica.
La misma opinión comparte al menos una veintena de vecinos que fueron consultados por este medio en un recorrido ayer. Aunque dijeron sentirse vulnerables, fueron pocos los que se declararon abiertamente en contra del refugio.
Quienes sí lo hicieron fueron los que habitan las que casas se encuentran más próximas al cerco que se instaló para que entre la caravana. Uno de ellos es la señora Martha, quien se dijo inconforme con esta medida de apoyo. “No es que no quiera ser uno humanitario, pero ya ves cómo está la situación. Tanta delincuencia, la inseguridad, todo eso…”, argumentó mientras platicaba del tema con sus amigas, también en contra.
El grupo de señoras se sentó a pie de una tienda de autoservicio gran parte de la tarde del sábado cerca de la entrada al auditorio para presenciar cada movimiento que allí se llevara a cabo. Por su parte, una de las cajeras de la tienda lamentó que el gobierno se “ponga la medalla” de ayudar a ciudadanos de otros países, “y no a los damnificados de Nayarit”, argumento que se ha repetido una y otra vez en redes sociales en contra del recibimiento de los viajeros.
Prometen seguridad
Lo que todos los colonos sí comparten, es la exigencia de que las autoridades les garanticen seguridad. El mayor Trinidad López Rivas de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco, informó que los migrantes están siendo vigilados constantemente por las autoridades. “La gente que viene llegando viene acompañada por gente de la Fiscalía, los va a traer hasta aquí, y cuando se vayan a ir los vamos a poner en la carretera para donde vayan, todo el apoyo que se necesite…”. Incluso ayer, cuando uno de los viajeros que ya había entrado al Benito Juárez salió a la tienda a comprar alimentos, fue acompañado por un elemento policiaco.
Además, Trinidad López detalló que las policías municipal de Zapopan, y federal, montarán un anillo de vigilancia alrededor de las instalaciones, “para brindar seguridad a los vecino”; la policía estatal también patrullará la zona.
MC