El presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala Vázquez, lamentó el regreso a color naranja del semáforo epidemiológico y aseguró que está en la cancha del ayuntamiento el controlar los contagios con el retiro del comercio informal, pues sigue el desbordamiento del mismo y de las sexoservidoras.
En entrevista con MILENIO Puebla, señaló que es preocupante la situación de salud que se vive en la ciudad, pues la sociedad no ha respondido para evitar el alto número de contagios.
En este contexto, destacó que hasta el momento el gobierno del estado no los ha convocado para conocer si habrá nuevas restricciones por este cambio de semáforo, por lo que confío que no sean tan fuertes pues el comercio establecido no atraviesa la mejor etapa en el tema económico.
No obstante, enfatizó que como comercio formal seguirán acatando todas las medidas sanitarias y abonando para que los contagios del covid-19 no sigan en aumento y resaltó que el sector ha puesto todo de su parte para que los decretos se cumplan cabalmente.
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Ayala Vázquez indicó que está en la cancha del ayuntamiento de Puebla que se pueda controlar el tema de la propagación del virus, esto una vez que haga valer el decreto estatal el cual señala que no se permite la presencia del comercio informal.
"En el centro histórico vivimos un desbordamiento de ambulantes, de prostitución y falta de medidas para que esto no suceda, porque si es nuestro mayor temor, porque es ahí en estos sectores donde no se tienen las medidas sanitarias para evitar la propagación del virus", aseguró el representante del comercio establecido.
Asimismo, calificó como delicado que el gobierno municipal no acate el decreto del estado, pues desde hace meses que se prohibió la venta en la vía pública.
Ante esto, convocó a las autoridades municipales aplicar el Código Reglamentario Municipal (Coremun), debido a que el 71 por ciento de los casos positivos pertenece a la capital.
Agregó que en cada comercio formal se implementan todas las medidas sanitarias y a la fecha desde que comenzó la contingencia no se han registrado casos de trabajadores con la enfermedad y han entendido que de no cuidarse pueden infectar a su familia y clientes.
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