Para Celestino López Hernández, artesano del barro policromado de Izúcar de Matamoros, es importante rescatar este oficio, porque las artesanías que crean, entre ellas el árbol de la vida, expresan la identidad del municipio y la región; por ello, busca profesionalizar el trabajo, para que más personas puedan emprender, pues su sueño es que existan 200 talleres y no los 20 que existen en la actualidad en su municipio.
En entrevista con Multimedios Puebla, destacó que elaborar piezas de barro es su vida, ya que no podría vivir sin realizar artesanías, ni dedicar su tiempo a otras actividades laborales.
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Para que estas piezas sean el resultado de un árbol de la vida de calidad, Celestino López, imparte sus conocimientos a quienes están dispuestos a aprender su oficio; sin embargo, tiene sentimientos encontrados, debido a que ninguno de sus hijos, familiares o amigos se ha interesado en este ámbito, toda vez que los ha invitado para que aprendan a darle forma a las piezas de este material y la respuesta fue negativa.
Entre el olor a barro, pintura, y el horno en donde le dan cocimiento a sus artesanías, las cuales necesitan de mucho tiempo y dedicación, pero sobre todo de amor, López Hernández junto con siete personas, cuatro mujeres jóvenes y tres hombres, uno de edad más avanzada, que laboran en el taller, realizan el proceso desde: la manipulación del barro, forman la figura, ingresan la misma al horno, para después pasar a la colocación de pintura blanca y posteriormente a la decoración.
“Para mí es la vida entera, es todo, yo no podría vivir si no me dedico a esto. Para mí es muy importante desde que conocí este arte, por gusto, y luego porque es el camino, me da la oportunidad para expresar lo que siento a través del trabajo, además de darle identidad al municipio”, expresó.
Con orgullo en la sala de exhibición que cuenta en el taller, explicó que las piezas son como un danzante de la región, un sol que muestra los cambios climáticos y la afectación a la fauna, flora y medio ambiente; cada pieza representa una parte de sus sentimientos y creatividad.
Asimismo, precisó que la gente identifica más las artesanías por el árbol de la vida, que representa la abundancia, pues este ha llegado al extranjero; y aseguró que aquel que no tiene la representación de Adán y Eva no se puede llamar así.
De gran tamaño y colorido, esta pieza exhibe a Adán y Eva en el momento del pecado y cómo desobedecieron al comer la manzana, Adán se observa comiendo de este fruto y Eva la tiene en las manos. Ellos están en la base del árbol, a un lado dos pájaros y de ahí comienza en niveles la naturaleza con las bases de candelabros para colocar velas.
Expresó que es una satisfacción ver las piezas que se elaboran en este espacio exhibidas en el Vaticano, ya que el 80 por ciento de estas se exportan; por ello, busca un prototipo de empaque para que ya no se entreguen envueltas en periódico o papel.
Desde un niño Dios, la virgen de Guadalupe, nacimientos y perritos con una rosca, piezas giratorias, mariachis, un corazón o una China Poblana. También hay piezas pequeñas y las que miden más de un metro, en todas se identifican las tradiciones de la mixteca y de los poblanos.
Nuevas generaciones
En entrevista a Anayeli González, una de las aprendices de Celestino López Hernández, ella señaló que ingresó a este lugar para aprender a elaborar las artesanías. Ella está en la parte de preparar la pieza, y comentó que este proceso tiene diferentes pasos, como resanar, pues después de que salen del horno hay algunas que les falta algún complemento.
La joven, con entusiasmo, realiza su labor al pintar la pieza de color blanco, al concluir este trabajo la artesanía pasa a las estaciones de sus compañeros, quienes las decoran.
Aseguró que este trabajo ayuda a plasmar sus sentimientos y reconoció que cuando inició en este camino creyó que esto era una tarea muy sencilla; sin embargo, con el paso del tiempo comprobó que no es así.
Es importante comentar que, el taller se llama CLL.ART y es un espacio para que todas las personas de diferentes edades aprendan el oficio, pero sobre todo los jóvenes para que estas artesanías no mueran, y cambiar el chip de que ser artista no tiene futuro o una vida digna, cuando hay un camino para emprender.
CHM