¿Lo sabías? El cuerpo del Beato Fray Sebastián de Aparicio permanece incorrupto en Puebla

Los poblanos celebran la solemnidad de quien está en proceso de convertirse en santo.

Beato Fray Sebastián de Aparicio | Jaime Zambrano
Jaime Zambrano
Puebla /

En Puebla, los fieles católicos celebran la solemnidad del Beato Fray Sebastián de Aparicio, un religioso franciscano nacido en España, que fue obrero y empresario en México y su cuerpo está incorrupto en el Templo de San Francisco de Asís en la capital del estado, cerca del Centro Histórico.

Al beato se le conoce como el creador de caminos y de medios de trasporte; además de ser benefactor de los más necesitados. Se hizo fraile cuando ya tenía más de 70 años y la tradición marca que falleció justo cuando se estaba finalizando de rezar el Credo.

La Órden Franciscana Seglar dio a conocer que la comunidad celebra al beato que está en proceso de convertirse en santo.

"Hoy toda nuestra familia franciscana está de fiesta por el aniversario del Beato Fray Sebastian de Aparicio. Que el Beato Fray Sebastian de Aparicio nos de su bendición e interceda por todos sus hermanos y hermanas que hoy lo recordamos y tomamos como ejemplo en nuestro caminar franciscano. Así mismo elevamos nuestras intenciones para la canonización de nuestro hermano el Beato Fray Sebastian de Aparicio", dió a conocer la orden.

El beato fray Sebastián de Aparicio es patrono de los conductores ya que sus biógrafos establecen que durante su vida de fraile ayudó a abrir caminos y a construir carretas para transportar diferentes clases de mercancía.

Los frailes Franciscanos del Convento de las Cinco Llagas de San Francisco en la ciudad de Puebla realizan bendiciones de los automóviles, las motocicletas, las bicicletas y todo tipo de vehículos en honor al Beato Sebastían de Aparicio.

Los franciscanos recordaron que habitantes de Puebla asistieron al entierro del beato fray Sebastián de Aparicio Sebastián de Aparicio Prado, quien nació en La Gudiña, Orense el 20 de enero de 1502 y falleció en Puebla de los Ángeles, Nueva España, el 25 de febrero de 1600 en dos ocasiones.

Las dos veces que fue desenterrado, su cadáver apareció incorrupto.

"Al morir quedó su rostro como de un hombre de 60 años pacíficamente dormido, como si estuviera vivo. Hasta el momento, se tienen registrados 968 milagros, los cuales, fueron documentados en su proceso de beatificación".

CHM

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