El Estado de México se ubica como la segunda entidad en el país con mayor población de 6 a 14 años de edad que no saben leer ni escribir, al registrar 179 mil 3 menores con dicha condición. La cifra anterior representa 6.3 por ciento de la población total que oscila entre las edades mencionadas, la cual es de 2 millones 845 mil 681 habitantes según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2021. Por lo anterior, la Subsecretaría de Educación Básica perteneciente a la Secretaría de Educación del Estado de México (Seduc), lanza una serie de consejos que auspician a la generación del hábito de lectura en niñas y niños mexiquenses especialmente en educación preescolar.
Beneficios de leer
De acuerdo con la Seduc, la lectura en educación preescolar es la base del desarrollo de la inteligencia, personalidad y comportamiento social de niñas y niños. Cursar este nivel favorece el proceso de comunicación, el razonamiento matemático, la comprensión del mundo natural y social, así como el pensamiento crítico.
Aseveró que el alumno a través de recibir una educación preescolar con base en el ejercicio de lectura, aumentará su vocabulario con el propósito de regular sus emociones personales y desarrollar relaciones sociales, apreciar el arte, cuidar su cuerpo y el medio ambiente. Asimismo, los estudiantes que reciben educación primaria y secundaria desarrollan el lenguaje oral y escrito, la resolución de problemas, consolidan el conocimiento para comprender la ciencia y el mundo natural, así como el uso de las tecnologías de la comunicación, que les permitan consolidar los aprendizajes esperados en situaciones auténticas.
Estrategias de promoción a la lectura
Ante lo anterior enfatizó en contemplar estrategias que permitan el interés del menor hacia la lectura, de las cuales mencionó que el niño o niña debe de hablar sobre sus experiencia en sus actividades cotidianas, elaborar preguntas abiertas al menor para que las responda posterior a leer un cuento o historia, crear un espacio especial para leer en casa y en el aula, incentivar debates con amigos o integrantes de la familia del menor para que comente qué le interesó del libro que leyó e invitarlo a dibujar escenas de la historia.
Recalcó que los menores que adquieren el hábito de lectura, tienen la capacidad de ser participantes activos dentro de una sociedad, son capaces de conservar un rendimiento académico idóneo para lograr una formación educativa superior y obtener mejores oportunidades de empleo en un futuro.
JASJ