En estados como Puebla y, en general, en todo el país, la bioeconomía, es decir, la economía ecológica que se basa en la gestión sostenible y valoración de la sostenibilidad, se coloca como el futuro de los negocios.
Paola Varela Pérez, especialista en Administración de Negocios Internacionales por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), comentó que, ante la presencia de recursos naturales en estados como Puebla, se presenta un gran potencial para la bioeconomía, un modelo económico que busca pasar de la economía actual lineal basada en recursos fósiles a una circular basada en recursos orgánicos renovables de forma social, ambiental y económicamente sostenible.
Varela Pérez comentó que está trabajando en un proyecto que busca la optimización de residuos que hay en la agricultura para que puedan ser aprovechados en la generación de energía en temas estéticos.
“Algunas verduras o frutas que por temas estéticos o sobre producción no se utilizan y se desperdician nosotros le damos un uso por su valor alimenticio y creamos un producto con valor agregado para el consumo humano”, afirmó.
La egresada de la Udlap desarrolla una estrategia basada en el uso de nopal tuneropara generar energía; además y es cofundadora de Holiroots, una starup enfocada en emprendedurismo social dentro del área de industria alimenticia en Alemania.
Para Varela Pérez, los recursos no renovables ni sostenibles como la energía de las gasolinas procedentes de fósiles no proveen seguridad energética, situación que se traduce en un riesgo de contaminación para las empresas y las ciudades.
“La bioeconomía es el futuro de los negocios y la sociedad ya que se está desarrollando rápidamente en todas las industrias. En particular, en la bioenergía se encuentra una industria en rápido crecimiento. Específicamente, en el país hay una gran oportunidad y necesidad de transición a la bioenergía, ya que la producción de energía continúa mayoritariamente sostenida por recursos fósiles”, destacó Varela Pérez, quien cuenta con estudios de maestría en Bioeconomía por parte de la Universidad de Hohenheim.
La especialista en Administración de Negocios Internacionales por la Udlap comentó que la bioenergía es un tema que sin duda tiene gran potencial y áreas de oportunidad en México, ante lo cual, el reto es el desarrollo de las sinergias necesarias.
“La bioenergía se basa en la agricultura y somos un país en el que hay varios sectores primario; sin embargo, no está siendo promovido ni fomentado a pesar de que hay algunos actores involucrados. Falta mucho apoyo del gobierno, no hay incentivos para generar energías renovables, sí hay en algunas áreas por ejemplo en la solar y en la eólica pero no en la bioenergía”, destacó.
En contraste, la bioenergía cuando se hace dentro de un marco sostenible se traduce en energía creada a partir de plantas, un recurso renovable y limpio, además económico, alternativa en la que se pueden desarrollar nuevos negocios.
Señaló que, en zonas rurales, la alternativa es que se tenga acceso a un sistema descentralizado de energía con un biodigestor cerca, lo que se traduce en un modelo circular que genera beneficios en diferentes sectores.
“Los residuos de biodigestor se utilizan como un fertilizante muy valioso para los agricultores. Entonces, se presenta un modelo circular”, destacó.
AFM