Brutus vive sus propias aventuras en bicicleta acompañando a José de Jesús

Historia

Amigos. Cuando estaba por salir, el pequeñín se fue hacia donde él estaba, le llamó la atención y pidió a su propietaria autorización para quedárselo, ella no pudo negarse porque era evidente la conexión

Ni un año de edad y ya ha recorrido al menos nueve estados del país. (Cortesía)
Alejandro Evaristo
Pachuca /

José de Jesús Lomelí Contreras visitó Hidalgo poco antes de la pandemia, en la primera etapa del viaje que inició en Jalisco, de donde es originario. Desde la zona de los Altos cargó su bicicleta con muchos sueños y lo mínimo indispensable. Ahí inició su aventura.

Todo empezó con una reflexión “nos sentimos bien mexicanos y no conocemos nuestro propio país”. Empezó a trabajar en varias cosas y a guardar dinero y, llegado el día, salió de casa con 10 mil pesos, suficientes apenas para unos cuantos meses, tres, casi cuatro.

“El límite está en nosotros, agarras confianza y acumulas valor y fuerzas para enfrentar subidas brutales y todo tipo de caminos, ese es el reto”, dice.

El viaje inició en Jalisco, siguió hacia Nayarit y de ahí a Sinaloa, Baja California, Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro, Zacatecas, Estado de México, Ciudad de México, Puebla y Oaxaca.

Se trata de reconocer “la magia de viajar y no aferrarte a algo”.

Para él no hay un punto preferido de todos los que ha visitado a lo largo de su recorrido porque tiene razón: “no hay un sitio en particular, cada lugar, cada rincón del país posee algo de magia y hay de todo, yo volvería a cualquier parte”.

El conflicto más fuerte por enfrentar en este sueño, era cómo hacer dinero mientras continuaba el recorrido. Es licenciado en informática pero se le complicó ejercer la profesión porque los avances en esa área son constantes y él lo reconoce “sinceramente, la tecnología me superó”. Pese a ello, encontró la forma. Toma fotos de los lugares que visita, los museos, las zonas arqueológicas, los pueblos mágicos, las letras características de cada lugar. Luego las imprime en papel de buena calidad y las vende como postales a las que coloca su particular sello: “no hay un precio fijo; una moneda, un billete, lo que sea es bueno para continuar y mantenerse en el camino”.

Sus aventuras ciclistas a lo largo y ancho del país pueden ser vistas en sus redes sociales, Instagram y facebook, donde aparece como “Nómadas rodantes”.

En esa primera etapa salió de casa el 19 de enero de 2019 y, hasta antes de la evidente interrupción por la pandemia, logró recorrer 19 estados en 11 meses.

Viajar en compañía

Con 33 años y más de 1.90 metros de estatura, José retomó el viaje en cuanto aminoró la emergencia sanitaria. Fue dos años después, el 27 de enero pasado para ser precisos, cuando volvió a subir a la bicicleta y retomar la ruta.

Ya ha estado en Colima, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Puebla y regresó al Estado de México.

En esta segunda etapa del recorrido José de Jesús no viaja solo, le acompaña Brutus, un hermoso cachorro de 8 meses que le cuida y hace compañía y que llegó de forma casual a su vida.

Mientras estaba en casa planeando retomar el recorrido, una perrita de la calle parió a varios cachorros en la colonia donde vive su familia y que los vecinos han adoptado como propia. Los pequeñines encontraron alojamiento de inmediato con personas de buen corazón en la zona. Hasta su hoy compañero.

Justo cuando estaba por salir nuevamente, el pequeñín salió de su hogar y se fue hacia donde él estaba preparándose, le llamó la atención y pidió a su propietaria autorización para quedárselo y ella no pudo negarse porque era evidente la conexión entre ambos.

El cachorro también disfruta del viaje y ha vivido sus propias aventuras. José recuerda en particular dos, ambas en Quintana Roo, cuando la pequeña mascota se puso a seguir otras especies y se le perdió en la selva, en un caso, y en un manglar en otro, lo que le provocó temores por el tipo de fauna que hay en esos sitios, como jaguares, caimanes y cocodrilos.

Afortunadamente no pasó a mayores y ambos siguen maravillándose con todo aquello que nuestro país tiene por ofrecer a propios y extraños: “el hecho de sorprenderte todos los días te da felicidad, es increíble”.

Recibimientos

En los lugares más alejados siempre hay alguien que te ofrece algo, todo ha sido increíble, afirma nuestro amigo. Es evidente la emoción al rememorar, sitios, amistades y encuentros: “no me he encontrado a una sola persona que me haya hecho un mala cara”.

Decidió viajar en bicicleta por ser mucho más barato y ahorrar en refacciones y mantenimiento, además de los evidentes beneficios que trae consigo el ejercicio.

Cuando comentó a la familia sus planes hubo ciertas dudas, sus dos hermanos, su mamá y su abuelo parecían no estar tan convencidos del plan e incluso fue este último quien se lo confirmó: “estás loco”, le dijo, pero José de Jesús no desistió de la idea.

“La vida se nos va en dos parpadeos y yo no estaba dispuesto a quedarme con el pude haber hecho esto o aquello, es ahora o nunca”.

No se equivocó. Ha sido un buen viaje y lo ha disfrutado al máximo sin sustos, sin accidentes, sin problemas.

“Es un sueño viajar, ir, conocer tu tierra”, dice, “hay un antes y un después… hay tantas cosas por conocer en el país”.

Todos los días habla con su mamá vía telefónica porque esa fue la condición que le impusieron en casa para apoyarle e impulsarle a realizar su sueño.

Para mayor seguridad incluso se unió a una red de apoyo a cicloviajeros a través de una app que se llama I overlander, aunque confirma lo dicho, “en el camino se hacen muchos amigos siempre”.

El transporte

La bicicleta que usa ha sido acondicionada y en ella transporta todo lo necesario para su viaje. Una pequeña estufa, una casa de campaña, cobija, un machete para lo que se ofrezca. También un saco para dormir, un botiquín básico, algunas herramientas y una caña de pescar.

Al costado del vehículo hay dos contenedores, en uno transporta alimentos y trastes, en otro ropa y calzado.

“La gente es increíble, muy amable… además de viajar, la libertad y disfrutar del viaje, adaptarte y salir, todo ha sido increíble, me ha salido tan perfecto que a veces asusta”.

En breve regresará a Jalisco a pasar las fechas decembrinas en familia, hacer algunos ajustes y reacondicionar su vehículo; además, debe planear la nueva ruta que iniciará en 2023, por ahí de febrero de acuerdo con sus planes, para visitar los estados que le faltan en el norte del país: Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango y Tamaulipas.

El mensaje para quienes tienen deseos de hacer algo similar es claro por parte de José y de Brutus: “no tenemos nada diferente, todos lo podemos hacer, disfruten; anímense, pierdan el miedo y dense la oportunidad, solo es necesario reconocerlo y decirlo me doy permiso, quiero y puedo y voy a hacerlo”.

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