UAP crea un espacio para dignificar memoria de las víctimas del Estado

Edición Fin de Semana

El Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos de la máxima casa de estudios busca ser un sitio documental y oral donde se reflexione sobre los movimientos de los años 60 y posteriores.

BUAP crea un espacio para dignificar memoria de las víctimas del Estado. (Andrés Lobato)
Jaime Zambrano
Puebla /

El Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos (CNMDH), que comenzó a desarrollarse en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), busca integrar los archivos documental y oral que provengan de dependencias y entidades de la administración pública federal desde 1960.

De acuerdo con el proyecto del gobierno federal, la tortura, la ejecución extrajudicial y la desaparición forzada, cometidas en el periodo histórico conocido como “Guerra Sucia”, por los aparatos de seguridad del Estado mexicano de esos años contra activistas, luchadores sociales y miembros de organizaciones guerrilleras, forman parte de los archivos con los que contará la nueva área que se crea en el Tercer Patio del Edificio Carolino, en la capital del estado de Puebla.

El actual gobierno de México considera como Guerra Sucia el periodo comprendido desde finales de la década de 1960 hasta parte de la de 1980, donde el Estado, dominado por el entonces hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI), emprendió una violenta represión contra disidentes políticos, líderes sociales, campesinos y estudiantes marcada por las desapariciones forzadas.

Dentro de la historia de México, uno de los episodios más violentos fue la matanza del 2 de octubre contra el movimiento estudiantil de 1968, perpetrada por el Ejército y paramilitares en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.

De la misma forma, en 1977, la activista Rosario Ibarra de Piedra fundó el Comité ¡Eureka!, formado por madres que buscaban a sus hijos capturados por las fuerzas del Estado y que contabilizó, al menos, 564 desaparecidos por la denominada Guerra Sucia.

A partir de un convenio de colaboración entre la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación federal y la máxima casa de estudios del estado, el Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos se desarrollará a partir de proyectos de investigación y culturales.

El sitio que se desarrolla en la UAP forma parte de una red de espacios de la memoria que, a través de distintos instrumentos como el rescate de archivos históricos, plataformas digitales y expresiones multimedia puedan documentar, dar a conocer y rememorar las graves violaciones a los Derechos Humanos.

“Se trata de un mecanismo para dignificar la memoria de las víctimas de estos crímenes y contribuir a la memoria histórica de nuestro país, con miras a que estos hechos no se cometan nuevamente”, destaca el proyecto.

Ante familiares de víctimas y sobrevivientes de la contrainsurgencia, es decir, de la llamada Guerra Sucia de 1960 a 1990, la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación destacó que trabaja con líneas específicas para cumplir con el compromiso de garantizar la información a los archivos públicos, el acceso a instalaciones que fueron utilizadas para la desaparición y la tortura, y poner énfasis en la identificación de los culpables, de los perpetradores que están en vida.

Reprografías. (Andrés Lobato)

Respeto a derechos y no repetición de la violencia

El Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos (CNMDH) que se desarrolla en las instalaciones del Edificio Carolino de la UAP impulsará el respeto a los derechos a la verdad, memoria, justicia, reparación y no repetición.

El Derecho a La Verdad se relaciona con que las víctimas y sus familiares tengan conocimiento e información sobre los hechos y circunstancias en que se cometieron las violaciones a los derechos humanos. Esto implica identificar a los perpetradores, los motivos que originaron dichas agresiones, así como saber la suerte o paradero de la víctima, lo cual les permita honrar, conmemorar, y llevar a cabo el proceso de duelo.

Respeto al derecho a la memoria, se busca que los responsables de las atrocidades cometidas en el pasado contra sus personas sean objeto de penas ejemplares, para evitar que se cometan injusticias en el presente y en el futuro.

 “Es transitar hacia una cultura de paz y respeto a los derechos humanos, evitando replicar los crímenes de la historia”, establece el proyecto.

El Derecho a la Justicia pretende que las víctimas y familiares cuenten con acceso a las prerrogativas protectoras de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales; es decir, el Estado debe velar por que dichos marcos normativos sean ejecutables y exigibles ante tribunales competentes, los cuales deben amparar a las personas que sufrieron un menoscabo en sus derechos humanos y evitar la impunidad y el origen de nuevas violaciones.

En el caso del derecho a la Reparación, se busca impulsar que las víctimas y familiares cuenten con acceso a la restitución integral por haber sido conculcadas en sus derechos humanos. Dichas medidas pueden ser: compensatorias, satisfactorias, rehabilitadoras, de no repetición, restitución, colectivas o individuales.

Al dar a conocer la Memoria para los Derechos Humanos, las víctimas y familiares pueden contar con garantías temporales y permanentes, para mitigar los daños causados y evitar que se de origen a nuevas violaciones a los derechos humanos.

Uno de los ejes centrales del Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos busca impulsar la transición eficaz hacia la reconciliación y la paz.

Reprografías. (Andrés Lobato)

Operará con recursos federales

El Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos, que se establecerá en el tercer patio del Edificio Carolino, será operado con recursos que serán asignados por el gobierno federal que encabeza el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Las bases del proyecto establecen que el CNMDH contará con un acervo en la materia, que permitirá tener presentes los casos que denigran a la sociedad y se fomentará una conciencia en la colectividad para prevenir y evitar en lo sucesivo las conductas que dañen a la nación.

El acervo documental y oral en la materia permitirá que como sociedad se puedan tener presentes los casos que denigran a la sociedad y fomentar una conciencia en la colectividad, para prevenir y evitar en lo sucesivo estas conductas que dañan a nuestra nación.

La UAP resaltó que la institución cuenta con experiencia en la conservación de patrimonio histórico, no sólo de sus bienes inmuebles, sino del acervo histórico, tal es el caso de la Biblioteca José María Lafragua y el Archivo Histórico Universitario, los cuales cuentan con un acervo documental conservados en beneficio de la sociedad.

Para la UAP, al ser sede de la Memoria para los Derechos Humanos, se impactará de manera positiva porque beneficiará a los investigadores en la materia y a la sociedad en general.

Los archivos históricos de un país constituyen uno de los más grandes legados en la humanidad porque contribuyen a formar su memoria, el patrimonio oral y documental de un país, destacó la institución poblana.

Destaca que asegurar la conservación y preservación de los archivos permiten que la sociedad del presente y del futuro puedan disponer y acceder a la información que en ellos se ha plasmado.

Reprografías. (Andrés Lobato)

El nacimiento del CNMDH-UAP

La idea de crear el Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos (CNMDH) en las instalaciones de la UAP comenzó a partir de un encuentro entre el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación del gobierno federal, Alejandro Encinas Rodríguez, y el rector Alfonso Esparza Ortiz, que se realizó el 25 de agosto.

Durante el encuentro, la UAP y la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración establecieron un acuerdo de colaboración para impulsar proyectos académicos, de investigación y culturales con el gobierno de México.

La máxima casa de estudios de Puebla, a través del Archivo Histórico Universitario, coadyuva en el quehacer de respeto y preservación de los derechos humanos a través de la investigación en beneficios de su comunidad.

El objetivo es prevenir futuras conductas que atentan contra la dignidad de las personas y la violación de los derechos fundamentales.

“Cabe destacar, que la educación que imparte nuestra institución está encaminada a desarrollar armónicamente las facultades de los integrantes de la comunidad universitaria, fomentando el amor la patria, la consecuencia de la solidaridad internacional en independencia, justica y el respeto de estos derechos”, finalizó la UAP.

mpl

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