El perfil de las personas desaparecidas cambió en los últimos años y, mientras en el pasado, los aparatos paraestatales ejecutaban acciones contra integrantes de la disidencia política; en los últimos años, se registra una actuación de elementos de seguridad y el crimen organizado contra diferentes seres humanos.
La investigadora en Ciencias Políticas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Pilar Calveiro Garrido, comentó que el gobierno federal actual encabezado por Andrés Manuel López Obrador, está dado pistas de una disposición por reconocer el problema y emprender acciones.
Para la investigadora de la máxima casa de estudios del estado, es necesario impulsar la creación de nuevas estrategias de acción, tanto para encontrar a las víctimas de las redes criminales como para evitar más desapariciones.
“Alrededor de 80 mil personas han sido desaparecidas desde 2006. Es un universo inabarcable Se trata de asegurar la verdad junto con la justicia y la reparación. Eso podría hacer la diferencia”, destacó la investigadora.
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Durante la Jornada sobre Desapariciones, organizada por la Universidad Iberoamericana Puebla, Calveiro Garrido destacó que la desaparición de personas es un fenómeno que ha cambiado junto al reordenamiento político de México de los últimos 50 años.
“En la década de los 70 existía una política de Estado ejecutada por aparatos legítimos y paraestatales, cuyas principales víctimas eran las disidencias políticas”, explicó la especialista en biopolíticas.
Agregó que las políticas de las administraciones de los gobiernos federales de los presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, dieron pie a la coacción entre elementos de seguridad y el crimen organizado.
“En esta etapa se diversificó el perfil de las víctimas, desde los opositores políticos hasta migrantes, policías, activistas y personas vulnerables en general. Aquel periodo también quedó marcado por la destrucción y ocultamiento masivos de los cuerpos”, lamentó la investigadora de la BUAP.
mpl