En un esfuerzo por contrarrestar la depredación que el ser humano y los incendios forestales ejercen sobre los bosques, la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Zapopan, en conjunto con Grupo PISA, Grupo Milenio y la fundación Iluminando con Amor, llevaron a cabo una importante actividad de reforestación en el cerro de Bugambilias, contando con la participación de alrededor de 80 voluntarios.
El intrincado camino de aproximadamente kilómetro y medio, no fue impedimento para que todas y todos los voluntarios organizados por grupos y acompañados por personal de Bomberos de Zapopan, llegaran hasta el punto señalado para realizar esta labor en la que 2 mil árboles de la especie Pinus Ocarpa, nativa del bosque de La Primavera y de fácil crecimiento, fueron plantados con una gran expectativa de supervivencia debido a que existen las condiciones para que, por lo menos un 70 por ciento de estos árboles, lleguen a desarrollarse por completo.
Es importante señalar que para que una zona afectada por un incendio, como es el caso de Bugambilias, que en varias ocasiones ha padecido de este tipo de incidentes, primero se debe efectuar un trabajo de restitución de suelos que como lo explicó el primer oficial bombero de la Coordinación de PCyB de Zapopan, Aníbal Vivar, consiste en colocar pequeños diques para evitar que se erosione el suelo y que las raíces queden expuestas, facilitando de esta manera que el terreno sea apto para la reforestación.
"Ya se hizo el trabajo de restitución de suelos y se permitió que como proceso natural, se fuera regenerando un poco el área, entonces ya está en condiciones de que los arbolitos que se planten tengan un alto porcentaje de supervivencia, porque ya tienen el apoyo tanto del follaje, como del pasto que ya comenzó a nacer, así como de los demás árboles que juntos hacen una cadena natural que es bastante provechosa".
Acompañada de su pequeña hija y de sus compañeras de trabajo, Juanita Calzada de 51 años, mostró su satisfacción después de haber colaborado por primera vez plantando árboles y destacó: "Es una experiencia muy bonita; cuando vi todo lo que había que subir, creí que no iba a aguantar pero es algo tan hermoso y la naturaleza es una gran bendición ya que al regreso, yo venía más cargada de energía que al inicio" y agregó que ver los troncos quemados que aún persisten en la zona, le provocó una gran tristeza y espera que este tipo de acciones en pro de la naturaleza se ejerzan de manera constante.
Desde la perspectiva del biólogo y segundo oficial bombero de PCyB de Zapopan, Néstor Daniel Rodríguez, de nada sirve acudir a sofocar un incendio forestal si no se le da un seguimiento y expuso que en ocasiones, un incendio técnicamente controlado, en un área natural de bosque de pinos, ayuda a que "las piñas" puedan abrirse más fácilmente, contrario a lo que sucede con los que son provocados o accidentales a partir de un combustible o hidrocarburo, en donde resulta sumamente complicado apagarlos y que llegan a tener un nivel de devastación desmedida.
"Una vez que hemos logrado apagar un incendio, tenemos que ver lo que pasa también con los animales ya que es increíble la cantidad de ellos que resultan quemados y no sólo hablo de los venados y coyotes, también las ardillas, serpientes, especies de arácnidos y los insectos que son parte importante del bosque" visibilizó Néstor Rodríguez y recalcó que la reforestación va más allá de sólo plantar los árboles y que es necesario darle un seguimiento puntual al desarrollo de cada uno de ellos.
JMH