Cactáceas gigantes de Guanajuato, reserva natural en Tierra Blanca

Esta vegetación de gran tamaño se encuentran en peligro de desaparecer ante el saqueo y el consumo en reservas naturales.

Cactáceas gigantes en Guanajuato. Dany Béjar.
Ciudad de México /

En Tierra Blanca, Guanajuato, se encuentra la comunidad de Cieneguilla, donde el principal atractivo es una reserva ecológica en la que crecen impresionantes cactáceas gigantes. Esta zona se ubica a 54 Km de Mineral de Pozos y comparten además espacio con plantas medicinales.

Entre las diversas maravillas naturales de la entidad, esta reserva ecológica destaca por su vegetación de gran tamaño, y es que las cactáceas solo se pueden encontrar en el continente americano y en México existen alrededor de 669 especies de las cerca de mil 400 conocidas en todo el mundo, además de que de estas 518 crecen solo en nuestro País.


La reserva en Tierra Blanca ofrece recorridos guiados en la zona, en donde se puede conocer más de la historia e importancia de estas plantas de más de 400 años y que llegan a tener una altura de hasta 2.20 metros aproximadamente. Además también de hospedaje, puedes disfrutar de un temascal otomí, así como de un área para realizar campismo.

En la Sierra Gorda de Guanajuato existen tres especies de cactáceas microendémicas, mismas que se encuentran en peligro de desaparecer ante el saqueo y el consumo de biznaga en nuestra gastronomía, pues es con esta planta que se elabora el acitrón, dulce cristalizado utilizado principalmente para la famosa rosca de reyes.

¿Qué son las cactáceas?

Este tipo de vegetación se trata de plantas con flores; su cuerpo se forma por un tallo columnar ya sea esférico o aplanado y que alcanza una gran altura debido a que los tejidos de almacenamiento están muy desarrollados. Entre las diferentes especies de esta planta podemos encontrar a los nopales, de los cuales en México hay alrededor de 120 especies, y que desde la llegada de los humanos al continente americano han sido utilizados como alimento.


Las cactáceas guardan un gran valor alimenticio y ornamental, pues encontrándose principalmente en ecosistemas secos, dan protección a gran cantidad de especies que utilizan sus ramas, troncos y raíces para hacer nidos y madrigueras, además de que sus flores y frutos sirven de alimento para insectos, aves y murciélagos.

A lo largo de los años estas plantas se han adaptado a su ambiente, protegiendo el suelo de la erosión, además de que sus cuerpos captan el agua y la humedad, razón principal por la que alcanzan grandes tamaños, pues debido además de la resistencia que tienen llegan a ser muy longevas.


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