La mañana de este lunes, los habitantes de la laguna de Cajititlán, en Tlajomulco de Zúñiga, fueron testigos del gran número de peces de la especie conocida como "Popocha" que quedaron muertos.
De acuerdo con las autoridades del municipio, esta situación no debe causar ninguna alarma, pues se trata de un proceso completamente natural y cíclico que anualmente sucede durante los últimos meses del temporal.
En total se contó con una fuerza de trabajo de personas, funcionarios de Protección Civil, espacios públicos y pobladores de la Rivera de Cajititlán, quienes comenzaron a realizar trabajos de limpieza alrededor de las 8:00 de la mañana a fin de retirar esta especie de pez, que hasta el momento se desconoce a cuánto asciende.
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El deceso de esta especie está relacionada directamente con la disminución de oxígeno y con la variación de temperatura en la laguna, debido principalmente al buen temporal que ha permitido que Cajititlán alcance hasta el 100 por ciento de su capacidad de almacenamiento, señaló el Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga.
Respecto a si existe un riesgo por consumir peces de la laguna, el Ayuntamiento mencionó que de acuerdo con investigadores de la Universidad de Guadalajara no existe tal peligro ya que ahí proliferan otras especies como la tilapia o la carpa, las cuales sí sobreviven a los cambios de oxigenación y de temperatura que enfrenta actualmente la laguna.
Cajititlán cuenta con cinco plantas de tratamiento de aguas residuales ubicadas en La Noria; Cuexcomatitlán; San Juan Evangelista; San Miguel Cuyutlán y Cajititlán, que en suma tienen la capacidad de tratar hasta 224 litros por segundo.
En 2014, la Laguna de Cajititlán registró altos niveles de contaminación, lo que se tradujo en la muerte de aproximadamente 290 toneladas de peces.
Mientras que en 2015, cerca de una tonelada y media de peces de la especie conocida como popocha fue retirada del lado oriente del malecón de Cajititlán. Esta cifra representó la mortandad más grande de lo que iba en la temporada.
JMH