En el mundo del ballet, la perseverancia se erige como la columna vertebral que sostiene el arduo camino hacia la excelencia artística; los bailarines enfrentan innumerables desafíos físicos y emocionales, desde la disciplina rigurosa de la práctica diaria hasta la búsqueda constante de la perfección en cada movimiento.
Para los profesores de Calena, Centro de Danza y Ballet en Puebla, la gracia y la fuerza necesarias para ejecutar los pasos más complejos demandan años de dedicación y esfuerzo constante, siendo la tenacidad un compañero inseparable en un viaje cuyo destino fue presentar, en el Teatro de la Ciudad, uno de los espectáculos más ligados a la Navidad: “El Cascanueces”.
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Esta pieza de ballet de repertorio, creada por Piotr Ilich Chaikovski en 1892 en Rusia, se presenta anualmente en todo el orbe, gracias a las escuelas y compañías que interpretan su propia versión, en que el público se transporta por el sueño de Clarita recordando la historia de la pelea del Cascanueces contra el rey Ratón. Ahí se transporta al país de los dulces, donde se representa la multiculturalidad de las danzas de todo el mundo, como la rusa, española y árabe.
Dejan huella en la escena local
El centro de danza ubicado en Zavaleta fue inaugurado el 4 de septiembre del presente año, pero pese a su corta existencia se ha convertido en un crisol de talentos, albergando actualmente a 25 alumnos y alumnas de todas las edades. Desde pequeñas de tres años hasta universitarios, la diversidad en el aula refleja el compromiso de la escuela con la formación integral.
Calena ha dejado huella en la escena del ballet local. Antes de abrir oficialmente, organizaron un curso de verano que contó con la participación de bailarines e invitados de renombre, incluyendo a la Compañía de Danza de México, el Ballet de Monterrey y la Compañía de Ballet de Filadelfia. “Nuestros alumnos han podido compartir, con profesionales, el salón de clases y bailar junto a ellos”. Esta iniciativa culminó en una gala de ballet, fusionando clases y actuaciones de bailarines profesionales con el objetivo de dar confianza a todos los que se forman.
Semillero de talentos
Con la inquietud de crear un espacio de desarrollo artístico, Sandra Santibañez, Pedro Trujillo y Rogelio Carrillo, quienes ya cuentan con una notable trayectoria como coreógrafos y egresados de las mejores escuelas de México, fundaron este centro de danza, que hasta el momento se ha convertido en una plataforma para impulsar a talentos poblanos.
La escuela ha participado en eventos destacados, como el Festival Internacional de Ballet de Guadalajara, donde Mariana, una de las alumnas, se alzó con el segundo lugar.
Joven logra debutar
A sus 17 años, Mariana Chávez encarna la dedicación al ballet desde los 14, preparándose para concursos y festivales, lo que la hizo acreedora a una beca para estudiar en Nueva York durante el verano de 2022, en el encuentro más de 500 profesionales de danza de todo el mundo apoyan a talentos mexicanos para impulsar su carrera.
Desde octubre, la escuela ha continuado su ascenso con una gala de ballet en colaboración con el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMACP); sin embargo, este diciembre el debut de Mariana como Hada de Azúcar en el “Cascanueces” fue emocionante.
Con sus sueños forjados desde la infancia, tras verse inspirada por una película, la joven enfrenta cada presentación con los nervios frescos, como si fuera la primera vez. El apoyo incondicional proviene de sus padres, quienes han respaldado su pasión desde el principio. En el escenario, Mariana personifica la perseverancia, la gracia y la promesa de un futuro brillante en la danza.
CHM