En el Centro Histórico de la ciudad de Puebla y en sus barrios históricos, mejorará la calidad de vida a partir de ampliar la movilidad no motorizada, es decir, de implementar acciones para que los ciudadanos y visitantes puedan recorrer las calles con seguridad y sin riesgo de accidentes.
De acuerdo con el proyecto “Movilidad en el espacio público: propuesta de intervención en la infraestructura urbana de la zona central de la ciudad de Puebla”, realizado por Elvira Bedolla García, maestra en Hábitat y Equidad Socio Territorial por la Universidad Iberoamericana Puebla, ante la situación actual de las calles, se propone el impulso de una movilidad sustentable, promoviendo y priorizando los traslados no motorizados, así como el uso del transporte público, sin dejar de lado los usuarios que se mueven en vehículo.
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Para mejorar la movilidad y la calidad de vida de la población se requiere de ampliar las redes peatonales y ciclistas, así como en crear corredores según el uso de cada vialidad, estableciendo las características con las que cada uno de éstos debe contar.
A la par, la experta en hábitat planteó la necesidad de lograr una infraestructura que promueva la seguridad vial y priorice a los usuarios más vulnerables que transitan por la zona, a través de tres líneas de acción, que se centran en la intervención tanto del espacio público de entornos que suelen ser considerados peligrosos, como de las vialidades y cruceros con un mayor número de hechos de tránsito, bajo características de seguridad y accesibilidad.
De la misma forma, la investigadora expuso los beneficios para promover tanto la “caminabilidad” como el disfrute de la ciudad, en específico de la zona central de ésta, a través de cuatro líneas de acción que proponen distintos instrumentos, tales como la creación de un metrominuto, es decir, del sistema que informa sobre la distancia, el tiempo y las calorías necesarias para llegar a un lugar de la ciudad desde el punto en el que está el usuario; la implementación de un sistema de bicicleta pública e incluso la promoción de la investigación, por parte de públicos y privados, para impulsar nuevos proyectos, ideas o herramientas que ayuden a mejorar la movilidad en general.
“Es fundamental comprender que la articulación de sistemas e infraestructura, entendidos como un sistema integral, es crucial para la implementación de acciones a futuro, para así evitar la segregación de éstas en el diseño y planeación tanto de la ciudad como de sus espacios públicos”, destaca el análisis.
La experta en destacó en su análisis que, además de los cambios en el entorno urbano, se requiere de la participación ciudadana, de acciones de mantenimiento, presupuesto y acciones de seguridad.
Por último, la especialista llamó a tomar en cuenta el papel de la ciudadanía, tanto de los habitantes como de los transeúntes de la zona, en la transformación del espacio público y del entorno, por lo que es necesario buscar la existencia de una coordinación tanto vertical como horizontal para la implementación de proyectos de movilidad, así como su socialización y mejora.
AAC