Cambiar nombre a calle causa problemas, afirma cronista

Armando Leal Ríos mencionó que afectaría a empresas, comercios, industrias y domicilios particulares en relación a cuestiones fiscales, legales, ante Hacienda y la autoridad electoral.

Armando Leal Ríos, cronista de Linares. Foto: Archivo
César Cubero
Monterrey /

Más allá del evento traumatizante que significó la matanza del 2 de octubre, en la actualidad cambiar el nombre a una calle, en este caso a las que lleven el del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz, metería en problemas a las industrias, empresas, comercios y domicilios particulares, destacó Armando Leal Ríos, cronista de Linares.

Detalló, entre otras implicaciones, los problemas que tendrían los afectados en relación a las cuestiones fiscales, legales, ante Hacienda, y la autoridad electoral.

Por lo cual, afirmó, para que se lleve a cabo un cambio de este tipo se tendría que hacer de manera obligatoria una consulta a ciudadanos, empresarios e industriales.

En el caso de Linares, Ayuntamiento al que en el gobierno de Alfonso Martínez Domínguez se llevó la estatua de Díaz Ordaz, “que había sido rechazada por todos los municipios del área metropolitana de Monterrey”.

Y que se puso su nombre “indebidamente” al Libramiento principal, el historiador reconoció que aunque no hay una manifestación pronunciada en contra de estos hechos, sí existen voces que no están de acuerdo, ni con la estatua ni con el cambio de nomenclatura que se hizo en el pasado.

“No creo que haya una manifestación enardecida del pueblo de Linares porque quiten a Gustavo Díaz Ordaz de la entrada del pueblo pero tampoco hay mucha aceptación de que esté ahí, o que el Libramiento viejo siga llamándose Gustavo Díaz Ordaz”, señaló.

De manera personal, dijo, aunque el pueblo de Linares estuvo agradecido en su momento con Alfonso Martínez Domínguez por la descentralización de la Universidad, la presa Cerro Prieto, los incentivos fiscales para la industria, el ex gobernador aprovechó eso para llevar hasta ese municipio el reconocimiento que le tenía a Gustavo Díaz Ordaz.

“Evidentemente la situación del 2 de octubre es un pesado fardo para la memoria histórica de Gustavo Díaz Ordaz y de alguna manera u otra Linares no tenía que cargar con esa culpa”, enfatizó Leal Ríos.

Vecinos deben aprobar cambio de nomenclatura


Según los reglamentos municipales del área metropolitana, para solicitar un cambio de nomenclatura de alguna calle, colonia, plaza, u otro bien público, la mayoría de los vecinos que colindan con el bien público deben de estar de acuerdo y aprobar la solicitud de cambio.

Misma que se tiene que presentar al Ayuntamiento y analizar por la Comisión de Nomenclatura municipal.

Para ello, como dice el artículo 9 del reglamento de nomenclatura para la vía pública y bienes del dominio público del municipio de Monterrey, la propuesta de cambio la tendría que formular algún miembro del Ayuntamiento y al menos 10 ciudadanos que vivan en la calle citada.

Y, destaca en su inciso c), “contar con la mitad más uno de los propietarios de los lotes colindantes a la vía pública, en apoyo a la propuesta debiendo acompañar el interés jurídico que les asista.

Mientras que en el reglamento de nomenclatura del municipio de Guadalupe se destaca en el artículo 11 que la solicitud para un cambio de nomenclatura “deberá formularse por escrito y ser presentada por los vecinos residentes del área o Sector, debiendo acreditar el carácter de mayoría”, señala el documento oficial.

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