Será en agosto cuando la situación económica se complique para muchos empresarios, especialmente, porque deberán empezar a pagar sus créditos con los bancos, aunado a las nóminas y la falta de apoyo por parte del gobierno federal.
De acuerdo con la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en la entidad, Imelda Meza Parrilla, a la larga habrá una ola de despidos y muchos se obligarán a vender activos o lo que se pueda, ya que los financiamientos no dieron los resultados que esperaban.
“Las ayudas no han sido ni aspirinas para las empresas, necesitamos respirar, que nos difieran los pagos a tres o seis meses, es el principio de la crisis social, empresarial y de cierre definitivo de unidades económicas, muchas están viviendo con sus abogados como hacer una suspensión de pagos porque están en quiebra y no tienen la capacidad para soportar los pagos”.
Los apoyos de Nacional Financiera (Nafin) han sido muy buenos, pero no todas las empresas tuvieron la capacidad para acceder a este tipo de estímulos porque no todas tienen el buró de crédito correcto ni están al corriente con el pago de algunos impuestos. Sumado a la suspensión de obras y contratos por la emergencia sanitaria.
A estas alturas prácticamente no hay créditos empresariales por lo que muchos patrones recurrieron al uso de sus tarjetas de crédito y las de sus familiares para hacer frente a sus compromisos. “Han sido muy responsables con el pago a los colaboradores, principalmente, los que integran los grupos vulnerables al pagarles al 100 por ciento”.
Si bien el cambio del semáforo epidemiológico a naranja ayudará, las deudas seguirán corriendo, sobre todo, los intereses. Aunque algunos han recurrido al Seguro de Desempleo del Infonavit, que les permite diferir un bimestre más de sus aportaciones a la subcuenta de vivienda, es insuficiente porque siguen pagando nóminas sin tener ingresos.
Esto, dijo, es preocupante porque la situación no mejorará en los siguientes seis meses, sobre todo porque habrá que pagar al IMSS, el Infonavit, tarjetas de crédito y demás contribuciones. “No pedimos que nos quiten, solo que nos difieran y no cobren intereses, con ello las empresas empezarían a pagar hasta agosto pero hoy no tienen ni para nóminas”.
Asimismo indicó que diferir el pago de 3 por ciento por concepto del Impuesto Sobre Nómina (ISN) es insuficiente para lo que requieren las empresas, por ello lo ideal sería diferir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) dos o tres meses. “El Impuesto Sobre la Renta (ISR) no tenemos porque no hay ventas ni utilidades, el IVA nos ayuda un poco a financiarnos, ya que nóminas es lo más importante para las empresas”.
Aunque el gobierno estatal ha hecho su parte para apoyar al sector señaló el gobierno federal no ha dado tregua, por lo que es necesario hacer presión para que difiera el IVA, especialmente, porque las ventas han caído al 20 y 30 por ciento, en el mejor de los escenarios.
Por la emergencia sanitaria, recordó, el sector tuvo que pactar el pago de salarios a los trabajadores desde el 50 hasta el 70 por ciento, incluso hay quienes están pagando el 100 por ciento pese a la falta de ingresos.
MMCF