Jorge Calderón Álvarez, consejero de Sostenibilidad de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) del Valle de Toluca, indicó que a la fecha la compra de bonos de carbono para aminorar los gases de efecto invernadero a la atmósfera es voluntaria y las grandes empresas han sido las principales interesadas; sin embargo, la idea es que las pequeñas y medianas empresas se involucren y contribuyan al cuidado del medio ambiente.
“Por el momento son voluntarios y cualquiera puede participar, aunque serán regulados en el futuro para todos los sectores productivos. Las que ya están participando son las grandes empresas mineras, de alimentos, químicas o metal-mecánicas porque son de las principales contaminadoras en el mundo y están obligadas a mitigar sus emisiones”.
Bonos de manglar, los más caros
A la fecha, explicó, los bonos más caros son los de manglar, pues oscilan en 30 dólares la tonelada, por su importancia natural, el funcionamiento del ecosistema y los beneficios a la vida en las costas. “Nosotros también trabajamos con estos pero son muy exclusivos porque son un ecosistema muy reducido en el mundo”.
Los bonos de manejo forestal mejorado o de carbono, como los que compraron en los Bienes Comunales de Santiago Tlacotepec que pertenecen al Nevado de Toluca, así como los de Amanalco y Villa del Carbón, deben renovarse cada año.
“Son un poco más baratos porque hay más, pero no significa que sean menos importantes. Como la compra es voluntaria todo depende de la oferta y la demanda, van desde los 8 dólares hasta los 15. Las empresas más grandes buscan manglar porque les da una imagen de más compromiso con el medio ambiente, pero lo que más hay es de manejo forestal mejorado”.
En estos momentos, dijo, la compra solo es tonelada y la idea es que los integrantes de la Canaco sumen sus emisiones para contribuir y las mipymes tomen cartas en el asunto. “Cualquier tipo de negocio puede participar, desde un abarrotero hasta las empresas de servicios, no hay restricciones”.
¿Cómo adquirirlos?
Explicó que se creó un fideicomiso y quienes conservan los bosques son los ejidatarios, por ello fungen como socios. “Se mete el dinero al Fideicomiso, se le da al comprador y se hace la transacción. Hay otro esquema en el que los bonos están en el mercado y solo se hacen para acumula, pero creemos que es mejor darle el dinero directamente a quien hace la conservación de los bosques”.
Por último, indicó que como parte de la Semana de la Sostenibilidad en la Canaco brindarán capacitaciones sobre el manejo adecuado de residuos, sistemas fotovoltaicos, correcta separación de residuos y la rehabilitación de los parques urbanos, así como las mipymes en más sostenibilidad.
MMCF