La vergüenza de que vean sus senos y el miedo a sentir dolor o recibir radiación durante la mastografía son factores por los que las mujeres no acuden a revisión de manera constante para una detección oportuna de cáncer de mama.
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El especialista en cáncer de la Secretaría de Salud Jalisco, Nahum Flores, argumentó que en zonas rurales es más común que las mujeres no se realicen la mastografía por vergüenza o por el control que ejercen sobre ellas sus esposos.
“Tiene mucho que ver con la cuestión de que el esposo no las deja ir, son más penosas y para eso hemos fortalecido las estrategias de que haya más enfermeras y médicos que les ayuden a la autoexploración”, explicó.
Mientras tanto, en zonas urbanas, el principal motivo para no hacerse este estudio de detección de cáncer es el miedo a la radiación. “Uno de los mitos tradicionales es que la mastografía les puede hacer daño por la radiación y ya está comprobado que la radiación es mínima”.
El temor al dolor también es una constante, pero Flores Chávez señaló que el mastógrafo está diseñado para aplicar la presión adecuada a la hora de realizar el examen. “Tan malo es no apretar lo suficiente porque no sería una imagen adecuada, como apretar de más”.
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La Secretaría de Salud recomienda que las mujeres de 40 a 69 años se realicen una mastografía cada dos años y las mujeres de 20 a 40, además de la autoexploración, ecos mamarios una vez al año.
Según datos de esta dependencia, en 2018 fueron detectados mil 249 casos de cáncer de mama y se registraron 579 defunciones por esta enfermedad; en 2019 se registraron 742 casos y 544 decesos, en tanto que hasta julio de este año suman 145 casos y 253 fallecimientos.
MC