Entre mil 500 y 3 mil 500 pesos gastarán promedio los padrinos del Niño Dios este día de la Candelaria. De acuerdo con la tradición, son los encargados de vestirlo, llevarlo a misa y entregarlo a sus propietarios hasta la puerta de las flores; cuetes, mole y tamales serán parte de la celebración.
“Le dan la canasta, una vela, un ramo de flores y lo visten de lo que quieran, ya sea de bebé, de ropón, niño de la abundancia, San Juan Diego, San Juditas, como ellos prefieras, se encargan de vestirlo como en un bautizo, al final serán compadres como con un niño de verdad”, refirió Mireya Rayón Martínez, quien tiene más de 15 años vistiendo niños en la plaza principal de la cabecera municipal de Xonacatlán.
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Cuando se trata de una imagen nueva, las personas deben buscar a los padrinos, quienes del puro vestuario pueden gastarse hasta 500 pesos en un solo Niño, aunque hay quienes tienen más de un ahijado y aparte visten sus propias imágenes. La canasta y demás adornos se cobran aparte, lo mismo que los aguinaldos o bolsas de dulces, lo cual en conjunto puede costar más de 500 pesos.
“Más allá del gasto, ser padrino implica un compromiso espiritual y respeto para con los compadres, cuando uno acepta lo hace de corazón y sin pensar en el gasto, algunos lo hacen porque se los piden y otros porque quieren agradecer las bendiciones recibidas o para que el Niño cuide a la familia”, detalló Luis Pérez, vecino de San Nicolás Peralta, quien es padrino por primera vez y regaló una imagen a su sobrina que está enferma.
Luego de la misa los dueños del niño esperan a los padrinos en su casa, ya sea con mole, arroz, carnitas o los tradicionales tamales. El compromiso se adquiere por tres años, aunque hay quienes lo pueden pedir por cinco o más años, todo depende de la relación. Aunado a la vestimenta de la Candelaria, los padrinos también deben arrullar al Niño y comprar los aguinaldos o el bolo en la misa del 24 de diciembre.
“Después de ese tiempo los padrinos pueden buscar a otras personas; en una buena comelona, a la que está invitada toda la familia, los dueños de la casa pueden gastarse más de 3 mil pesos, según el número de asistentes y lo que preparen de comer”.
A marchas forzadas
Desde hace 15 días, se instalaron en la plaza Benito Juárez más de 20 puestos de ropa, accesorios y talleres de reparación, quienes trabajan a marchas forzadas para retocar, reparar o reconstruir a aquellos niños que hayan tenido un accidente durante el año y cobran desde 140 hasta 300 pesos, según el daño, sobre todo, cuando prácticamente se tiene que volver a reconstruir.
“En esta temporada llegan los padrinos a retocar a los niños para presentarlos este domingo en la misa y vayan ‘bien guapos’. El problema es que las personas llegan a la última hora y quieren un trabajo, bueno, bonito, barato, pero sobre todo rápido, y a veces no se puede porque son demasiados”, expresó el restaurador Roberto Peña Legorreta.
MMCF