Día de la Candelaria, entre religión y fiesta popular

Cada 2 de febrero, decenas de feligreses católicos acuden a las iglesias para bendecir al Niño Dios, que previamente fue ataviado para el Día de la Candelaria.

Niños Dios en Mercado de Xochimilco, febrero 1998. (FOTOTECA MILENIO)
Niños Dios con vestimenta en el Mercado de Xochimilco, febrero de 1998. (FOTOTECA MILENIO)
Aspectos en el Mercado Martínez de la Torre, donde reparan y arreglan Niños Dios con motivo del Día de la Candelaria, enero 1993. (FOTOTECA MILENIO)
Con motivo de la fiesta de la Candelaria, católicos se preparan para bendecir a su Niño Dios. enero 1992. (FOTOTECA MILENIO)
Niño Dios siendo restaurado, febrero 1999. (FOTOTECA MILENIO)
Bendición de Niños Dios en la Catedral Metropolitana, febrero 1992. (FOTOTECA MILENIO)
Misa que ofreció el Cardenal Corripio Ahumada en la Catedral Metropolitana por Día de la Candelaria en febrero de 1991. (FOTOTECA MILENIO)
Desde enero, negocios dedicados a la restauración de Niños Dios invaden la CdMx, febrero 1992. (FOTOTECA MILENIO)
Restauración y venta de Niños Dios en el Mercado de San Juan, enero 1999. (FOTOTECA MILENIO)
Ciudad de México /

Cada 2 de febrero, cientos de feligreses católicos acuden a las iglesias con su Niño Dios para recibir la bendición del Día de la Candelaria, pero qué significa esta tradición y desde cuando surgió.

Por las festividades del Día de la Candelaria, los mercados de la CdMx incrementan sus ventas por vestidos para los Niños Dios, enero 1993. (FOTOTECA

De acuerdo con portales religiosos, el Día de la Candelaria está relacionado con la Navidad, es decir, el nacimiento de Jesucristo, por lo que el 2 de febrero es la fecha en que José y María presentan al Niño Dios ante el templo, como lo marcaba la ley del rey Herodes, pero también significa el encuentro entre Dios y su pueblo.

Esta fecha evolucionó hasta nuestros días como una festividad popular en la que se fortalece el compadrazgo a través del ritual de vestir al Niño Dios, principalmente en la Ciudad de México, según indica el libro Mi niño Dios: Un acercamiento al concepto, historia, significado y celebración del Niño Jesús para el Día de la Candelaria

Niños Dios en el Mercado Martínez de la Torre, enero de 1998. (FOTOTECA MILENIO)
"El
Día de la Candelaria
es una festividad popular, en la que al Niño Dios se le viste y se celebra, además de que de él existen lazos de compadrazgo. Cada usuario aplica su conocimiento, experiencia y concepción de la imagen para vestirlo. La manera en cómo se percibe y se representa, recrea una historia de devoción en cada usuario", cita el texto.
Restauración de Niños Dios en Mercado de Xochimilco, febrero 1999. (FOTOTECA MILENIO)

Por su parte, el semanario Desde la Fe indica que si bien el vestir a los Niños Dios no es parte de la liturgia católica, al ser una tradición popular, la Iglesia es flexible pues "la gente busca rendirle un homenaje y mostrarle su cariño".

De acuerdo con creyentes católicos, cada familia elige al padrino o madrina que será el encargado de vestir al Niño Dios y presentarlo en la iglesia para celebrar el Día de la Candelaria, después se ofrece una comida especial, mole o tamales, acompañados de atole como la tradición lo dicta.

Una mujer que es madrina de dos Niños Dios los lleva a misa el Día de la Candelaria para que reciban la bendición, febrero 1979 (FOTOTECA MILENIO)

En México, las romerías por el Niño Dios reciben a decenas de padrinos y madrinas que acuden a vestirlo con indumentarias como San Judas Tadeo, el Niño de la Salud, el Niño de las Maravillas, Niño Papa, Niño Doctor o Niño San Charbel, por mencionar algunos.

Los vestuarios incluyen desde capas suntuosas, hasta accesorios como sillas o bastones, dependiendo de lo que se vaya a adornar y también del pedido del padrino, pero los feligreses no escatiman en invertir en un buen vestido.

Una artesana viste al Niños Dios con motivo del Día de la Candelaria. (FOTOTECA MILENIO)

Recientemente se puso de moda vestir a los Niños Dios como personajes del cine, tales es el caso del Jocker, que generó críticas entre los feligreses, pues consideran que es una falta de respeto, sin embargo, sostienen que en su mayoría, se visten a estas imágenes para mostrar respeto.

"Basta ver la ternura y el cuidado con que la gente lleva a su Niño Jesús a la iglesia sentado en una sillita o dentro de un canastito primorosamente adornado, para saber que nadie lo manda vestir con mala intención", sostiene el semanario Desde la Fe.
Aspectos de un taller de restauración de Niños Dios, con motivo de la celebración del Día de la Candelaria, enero 1992. (FOTOTECA MILENIO)

Los comerciantes no sólo se dedican a vestir al Niño Dios para la misa del 2 de febrero, también realizan retoques en la imagen que por alguna razón se despostilló o la pintura se desvaneció.

En vísperas del Día de la Candelaria, la gente también busca presentar al Niño Dios en la iglesia de su comunidad o bien, asistir a una donde la misa "sea lo más bonita para el Niño Dios", según indican creyentes católicos.

Decenas de personas llevan al Niño Dios a misa en la Catedral, febrero de 1991. (FOTOTECA MILENIO)

Afuera de las iglesias los comerciantes de flores también participan en esta festividad con arreglos especiales para el Niño Dios.

El 2 de enero los padrinos y propietarios del Niño Dios asisten a la Iglesia para recibir la bendición, se entrega la imagen y se celebra esta alianza con tamales, que serán llevados por aquella persona que durante la partida de la Rosca de Reyes sacó el Niño Dios.

Procedentes de varias partes del país, cientos feligrenses acuden a la Catedral de San Juan de los Lagos para celebrar el Día de la Candelaria,

¿Cómo festejan en tu familia el 2 de febrero?

EB

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