Con el sueño de darle una mejor vida a Elia Yamileth, su madre, Carlos de 23 años de edad ha dejado todo.
Terminó hace dos años el bachillerato, pero no encontraba trabajo en su natal Gualaco, Honduras, por lo que decidió unirse a la Caravana del Migrante.
Lleva más de un mes desde que salió de su casa con la promesa de volver y emprender un negocio.
“Quiero trabajar, estudiar y regresar para darle una mejor vida a mi mamá. Ella no quería que me viniera porque acá decían que en México está peligroso por los zetas pero pues yo quiero una mejor vida”, platicó.
Una gorra, una chamarra que le obsequiaron son sus únicas pertenencias, a decir de él lo único valioso,son sus sueños que quiere cumplir.