A la fecha, la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Prendarios (AMESPRE) agrupa a 3 mil 500 sucursales en todo el país, donde el Estado de México encabeza la lista con 300 sucursales, seguido de Nuevo León y Jalisco.
Hasta 2019 existían en el Registro Público de Casas de Empeño de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), 7 mil 600 casas dadas de alta, pero hoy hay 8 mil 105, lo cual habla de la formalización del sector que tiene un marco jurídico bastante amplio con una diversa cantidad de obligaciones contenidas en la Ley Federal de Protección al Consumidor, particularmente en el Artículo 65 Bis.
“La Norma Oficial Mexicana NOM 179-SCFI-2016 nos regula y algunos otros ordenamientos legales que compartimos con otros giros comerciales. Eso significa que operar legalmente es una obligación y estamos muy vigilados por diversas autoridades, por ello difícilmente alguien puede abrir fuera de la ley”, dio a conocer el director general de la AMESPRE, Joel Rodríguez Navarro.
En 2019, las empresas prendarias realizaron 61.1 millones de operaciones que se tradujeron en 73 mil millones de pesos. El año pasado -pese a que no ha cerrado el conteo- no se registraron las temporadas estacionales: el regreso de las vacaciones de Semana Santa, el de clases y la famosa “cuesta de enero”, empero en la industria prendaria, ésta es en febrero.
“Durante 2020 no se dieron esas temporadas estacionales y por ende las operaciones no aumentaron 10 por ciento en promedio, como solía ocurrir en otros años”.
Baja demanda de créditos
Aunque muchas personas tienen la creencia de que a las casas de empeño les va bien cuando la economía tiene dificultades, en 2020 la demanda de créditos -en comparación con 2019- presentó un decremento de 18 puntos porcentuales.
“Cuando la economía va bien y la gente tiene trabajo, crea proyectos y gasta en diversión, sin embargo, en estos momentos muchos -si no es que la mayoría de los ciudadanos- tiene miedo e incertidumbre respecto a sus ingresos”, detalló por su parte Rafael Mondragón Mondragón, director general de Cash Apoyo Efectivo, una empresa dedicada al crédito prendario.
Atención durante la pandemia
Las condiciones atípicas de los últimos 10 meses obligan al sector a programar sus actividades, sin embargo, está haciendo todo lo necesario para seguir recibiendo a sus clientes al haber una demanda en dos de cada tres mexicanos, especialmente, al encontrarse dentro de las actividades esenciales.
“Estamos aplicando los protocolos de sana distancia, desinfectando las instalaciones y damos acceso a solo una persona por familia”, refiere el director general de la AMESPRE, Rodríguez Navarro.
Aunque en cada entidad federativa hay medidas y semáforos epidemiológicos acordes con el número de casos por covid-19, en el caso del Estado de México hay restricciones de horario, es decir, pueden operar hasta las 17:00 horas, así como restricciones de aforos, medidas que están acatando sin problema.
“La gente nos necesita porque a muchos ya se les terminaron sus ahorros o las redes familiares para conseguir dinero, tienen que comer y seguir pagando por los servicios, aunque la reducción de horarios se ha dado en zonas como el Valle de México. En otras partes de la República hemos tenido que cerrar por completo, tal y como pasó en Monterrey hace unas semanas”, precisa el director general de Cash Apoyo, Rafael Mondragón.
Plazos y refrendos
En general, 76 por ciento de los casos de operaciones prendarias son por cuatro semanas y los artículos suelen refrendarse en promedio por tres ocasiones. Las tasas de interés dependen del monto que se otorgue, pero entre menor sea la tasa será más alto el monto y entre mayor monto menor tasa.
Lo que más se deja perder son cosas que no les hacen falta en casa, como los electrónicos, instrumentos musicales o gimnasios.
Por la normatividad que impera en el sector difícilmente pueden prosperar las casas de empeño “patito”, pero la población debe tomar en cuenta ciertos factores para evitar dejar sus prendas en manos equivocadas.
“La gente debe identificar los negocios formales, que la información esté perfectamente visible. Si van a empeñar deben conocer el procedimiento para desempeñar, cuáles son las piezas que se pueden ingresar y tener la información suficiente para comparar entre uno y otro establecimiento. Sobre todo, que busquen el sello AMESPRE, cuyos afiliados tienen mucha comunicación tanto con las autoridades reguladoras como de procuración de justicia y seguridad pública”, acotó Rodríguez Navarro.
Estrictos protocolos
Para evitar recibir artículos robados o de dudosa procedencia, la AMESPRE ha firmado 40 convenios de colaboración con autoridades de procuración de justicia, seguridad pública y la Profeco.
Además de aplicar los requisitos que establece la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, es decir, piden que los clientes brinden su nombre completo, presenten una identificación oficial, les piden que en todos los casos dejen su huella digital y rinden informes mensuales de conformidad con el artículo 65 Bis numeral VII de todos los casos en los que hay un empeño inusual.
“Antes del 17 de cada mes posterior al que se reporta, rendimos un informe de todas las operaciones que rebasen los parámetros previstos en la ley respecto al efectivo, por lo que lo presentamos a las autoridades de procuración de justicia. Tenemos grupos de comunicación efectiva y aplicamos los protocolos de empeño con toda rigurosidad”, puntualizó Joel Rodríguez.
Además de contar con grupos de respuesta inmediata, con medios tecnológicos que permiten la comunicación en tiempo real e informar cualquier situación al interior o en las inmediaciones de las casas de empeño.
En el caso de los celulares que, junto con los electrónicos, son de los artículos más empeñados -dijo-, cuentan con un convenio con GSMA, asociación ubicada en Londres que agrupa a todas las compañías de teléfonos celulares en el mundo para el IMEI (número único de los aparatos).
“Estamos impulsando campañas para que los clientes registren y tengan a la mano su IMEI en caso de que sean robados y lo reporten de inmediato. Nosotros en cuanto alguien quiere empeñar un celular revisamos el IMEI”, indicó el presidente de la AMESPRE.
El delito más recurrente
A la fecha el robo a mano armada, o bien, el saqueo por las noches son de los principales delitos que aquejan al sector, donde hay zonas más conflictivas que otras, aunque también se registran casos de “farderas”, es decir, cuando entran muchas personas a una tienda para distraer a los vendedores y de esta manera aprovechar para llevarse algo.
- Por ello, cuentan con un convenio firmado por la Fiscalía General de Justicia de Estado de México (FGJEM) y la Secretaría de Seguridad, aunado a la constante comunicación con el C5 mexiquense.
Además de que comparten, al menos una vez al mes, en las entidades federativas donde así lo permite la autoridad, los siniestros que tienen. “Cada vez que se da un hecho de estos, hay amenaza o sospecha de un ilícito, inmediatamente entramos en contacto con la autoridad y la reacción es en minutos. En las reuniones la autoridad nos da tips y nosotros reportamos la incidencia”.
KVS