Al interior de la empresa Agua de Puebla, la iniciativa de Cascos Rosas, ha generado un panorama completamente diferente para las mujeres que ahí laboran, mismas que rompen esquemas y que se han posicionado como líderes sin limitantes en una industria que era dominada por los hombres; sus historias son un reflejo de esfuerzo, tenacidad y compromiso.
Actualmente en Agua de Puebla, un total de seis plantas tratadoras de agua son operadas o lideradas por mujeres, en un recorrido realizado por MULTIMEDIOS Puebla se observó la forma en que con trabajo en equipo y equidad, las miembros de Cascos Rosas, se encargan de sanear o volver potable el agua que llega a los hogares de miles de poblanos.
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Desde labores operativas y hasta jefaturas, realizando labores físicas, administrativas u operando maquinaria pesada, las mujeres que trabajan en Agua de Puebla se han convertido en un ejemplo de lo lejos que se puede llegar cuando más allá del género y diferencias se resalta el talento, esfuerzo y compromiso.
La joven Alex Fernanda Gómez, encontró en este trabajo no solo un aliciente para llegar a Puebla desde Veracruz e intentar conseguir un empleo, si no, una plataforma para su crecimiento profesional y personal.
Ella es actualmente la Jefa de Planta Atlixcáyotl, posición a la que ha logrado escalar después de seis años en los que la competencia interna, crecimiento constante y exigencia del empleo los ha cubierto de manera sobresaliente.
Fernanda recuerda que después de su ingreso, junto con otra mujer, fueron las primeras en operar una planta potabilizadora manejada en un cien por ciento solo por mujeres, algo que parecía casi imposible desde que al estudiar, todas las ingenierías eran principalmente cursadas por hombres.
“Yo actualmente en mi equipo de trabajo igual tengo operadoras mujeres y funciona bastante bien; de hecho son las que mejor sacan el trabajo” destaca Fernanda, quien además, asegura que actualmente para ella no existe nada imposible, pues ha descubierto que luchar por nuevas oportunidades y ser persistente es la clave del crecimiento profesional.
Por su parte, Inés Castaños, mujer con 20 años de experiencia en esta industria, acepta que admira a todas aquellas mujeres que al igual que ella hoy en día trabajan a la par que los hombres, pues reconoce que “si es un poco más difícil, pero son perfectamente capaces de dar un paso más para lograrlo”, recuerda que hace no más de seis años eran pocas las mujeres que se involucraban en Agua de Puebla, pero de a poco todas se fueron abriendo caminos generando expectativas altas para el género femenino y demostrando que podrían ser miembros de un equipo importante e incluso líderes.
Si bien la aceptación de mujeres en mandos importantes no ha sido fácil, Inés asegura que sus compañeros y jefes son totalmente abiertos de mente y que eso ha facilitado el poner decisiones importantes en manos de mujeres capaces.
“Es importante dejar en claro que nosotras no buscamos reemplazar a los compañeros, queremos hacer equipo, hacer que todo funcione para todos y que esto salga adelante” señala Inés, quien además comparte que su actual cargo como Responsable de Carencia Potabilizadora no sería posible sin el apoyo de sus dos hijas y su esposo, quienes han sabido ser el soporte y balance para jamás dejar de buscar un crecimiento profesional.
La historia de cada una de las Cascos Rosas es diferente, pero si en estás mujeres se puede encontrar una similitud es la de ser personas capaces, dispuestas a trabajar fuerte cada día y de no rendirse ante las adversidades para generar cambios positivos para ellas, sus compañeros, familia y todos los ciudadanos que dependen de su trabajo diario.
AAC