El acoso escolar que sufrió Yahir durante un año lo llevó a quitarse la vida en su domicilio en Lagos de Moreno, Jalisco, el pasado 29 de marzo. El adolescente de 14 años cursaba el tercer grado en la secundaria José Rosas Moreno, mejor conocida como "Los Chirlos" y este último año escolar, tras volver a clases presenciales, el bullying se agudizó, su madre Araceli notó el cambio en su actitud.
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"Yahir empieza que no quiere ir a la escuela, que está enfermo, como a poner muchos pretextos para no querer ir, entonces se nos hace raro porque él era un alumno que siempre saca buenas calificaciones y de repente empieza a bajar de calificaciones", relató en entrevista para MILENIO Araceli Flores Rojas, madre de Yahir.
A finales del año pasado el adolescente rompió el silencio y le contó a sus padres que desde su primer ciclo escolar había sufrido burlas, aventaban su mochila al bote de basura, sus libros los lanzaban fuera de la escuela e incluso agresiones físicas.
Araceli relató que una ocasión Yahir llegó a casa con los brazos raspados porque sus compañeros lo habían maltratado y eso encendió los focos de alarma para la madre, quien no dudó en acudir al plantel educativo y denunciar el bullying del que su hijo era víctima.
En el transcurso de ocho meses, Araceli acudió a la secundaria Los Chirlos en siete ocasiones para reportar a los directivos el acoso escolar hacia su primogénito. Las siete veces fue atendida por la subdirectora. Según comentó, nunca pudo reunirse con el director porque cuando iba no se encontraba en la escuela. En esas siete visitas a la institución educativa no se informó a la mujer de manera verbal o por escrito sobre cómo se procedería para evitar y subsanar el bullying que estaba afectando la vida de Yahir.
"Por parte de la escuela nunca se nos notificó qué hicieron con sus agresores, nunca se nos dijo que se le estaba dando seguimiento, nunca hicieron nada al respecto con eso porque Yahir sí puso varios reportes de los alumnos que lo molestaban", aseguró la mujer.
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Ante la nula implementación de medidas para evitar y subsanar las agresiones físicas y verbales a su hijo, Araceli pidió el cambio de modalidad de estudios.
"Es donde nosotros vamos con la escuela para que nos den la oportunidad de que lo haga en línea, cosa que no se nos otorgó, se nos negó porque dijeron que los niños tenían que hacerlo presencial".
Con la negativa para que Yahir estudiara en casa, Araceli solicitó el cambio de plantel educativo. Movería a Yahir a la secundaria Salvador Azuela, donde sí podía estudiar de manera virtual, sin embargo, los directivos de la institución le recomendaron que se hiciera el cambio al finalizar marzo, para concluir el segundo periodo académico.
Dos días antes de terminar el tercer mes del año, Yahir murió. Era buen estudiante que soñaba con convertirse en enfermero. Su madre recuerda con cariño que en segundo año obtuvo el tercer mejor promedio de su generación, con 9.4 y pese a eso, la escuela ni siquiera ofreció ayuda psicológica. Los últimos dos meses la familia costeó asesoría psicológica para el joven.
"Nosotros fuimos los que nos movimos, ellos no hicieron nada, ellos lo dejaron así como que no pasaba nada", señaló.
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El acoso escolar que sufrió Yahir fue constante pues Araceli recuerda que en primer año un compañero lo picó con un lápiz muy cerca del ojo, pero en ese momento no accionó porque creyó que no habría más episodios y el joven ya no refirió nada, sin embargo, hoy Araceli recapacita y admite que su hijo tenía miedo de hablar, cree que hay muchas cosas no les dijo y tal vez por eso desconocen el número exacto de agresores.
Araceli desea que la muerte de su hijo no sea en vano. Desea justicia y acciones de la Secretaría de Educación para que no vuelva a repetirse la historia de Yahir.
"Nosotros no buscamos culpables, nosotros solamente buscamos que se haga consciencia, que los maestros estén más alertas, que el bullying no es un juego. No busco culpables porque nadie me va a devolver a mi hijo", finalizó.
NO HUBO ACCIONES
De acuerdo con la Guía de observación de Apoyo para Identificar Indicadores de Riesgo en Casos de Acoso Escolar de la Secretaría de Educación Jalisco, el cambió de actitud que refirió Araceli, madre de Yahir, encaja con los indicadores postulados en el documento, tales como negarse a ir o permanecer en la escuela, manifestaciones auto-agresivas de distintos tipos y descenso brusco del rendimiento escolar.
Según la guía, en el caso de Yahir también había las condiciones generales de existencia de acoso escolar como: “acciones agresivas e intencionales producidas de forma reiterada que provocan a la víctima daño emocional, psicológico o físico”.
El Protocolo de Actuación ante Presunto Caso de Acoso Escolar presentado en un plantel educativo debe efectuarse cuando se presentan situaciones de violencia entre alumnos (as) en cualquiera de sus tipologías, con la característica de ser sistemáticas, recurrentes y prolongadas.
Entre las Responsabilidades Mínimas de la Comunidad Educativa destacan:
- Notificar por escrito al padre, madre o tutor del hecho de violencia, registra en el expediente del alumno el acontecimiento, registra en la bitácora escolar y realiza acciones de intervención psicosocial.
- Contactar al padre, madre o tutor de las y/o los alumnos involucrados en el lapso de la jornada escolar, para darles a conocer los hechos.
- Solicitar la presencia de servicios médicos municipales.
Y de acuerdo con Araceli, ninguna de estas acciones se llevó a cabo.
Este medio acudió a las instalaciones de la secundaria José Rosas Moreno, para solicitar una entrevista con el director y conocer si alguna de estas acciones se realizó, pero el personal del plantel aseguró que no se encontraba. De las 8:30 a las 14:00 horas de este jueves, el director no se presentó.
MC