Los daños que sufrió la Basílica Catedral de Puebla en sus muros de las Calles 16 de Septiembre y la 5 Oriente, así como en el lambrín de cantera, se traducirán, en al menos, un aumento del 30 por ciento en sus costos de mantenimiento.
Ricardo Alonso Perea, investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), destacó que, al ser un monumento histórico, la limpieza de la Catedral de Puebla, al igual que el templo del Espíritu Santo, conocido como la Compañía; y el templo de San Roque, en el Centro Histórico de la capital del estado, se requiere de procesos especiales para su reparación.
De acuerdo con la arquidiócesis de Puebla, tras las protestas del pasado lunes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, los tres inmuebles que resultaron dañados pertenecen a la federación y están bajo custodia de la diócesis, ante lo cual, será el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la institución encargada de determinar el proceso para la reparación.
Ante los daños en los inmuebles históricos, el investigador de la Upaep, Ricardo Alonso Perea, destacó que, si los daños no son estructurales, sí se requerirá de una inversión de, al menos, 30 por ciento del costo toda que tiene el mantenimiento.
“Si vemos que no hay desprendimiento y vemos que el acabado es pintura, entonces, solo saldrá en el costo de la pintura y la mano de obra. El problema es cuando se presentan desprendimientos. Cuando esto sucede, se tiene que reponer ese material”, comentó.
La arquidiócesis de Puebla reveló que, tras las protestas, el inmueble más dañado fue la Catedral de Puebla y, en particular, el lambrín de cantera de la 16 de Septiembre, la 5 Oriente y el Zócalo, requerirá un tratamiento particular con técnicas especiales para retirar las pintas.
Alonso Perea expresó que el costo de reparación aumenta cuando se pinta la cantera porque no se puede limpiar con un proceso convencional ni se pueden ocupar químicos abrasivos en el proceso, ya que se pueden presentar daños.
“En el caso de la piedra, de la cantera, el costo representa un costo considerable; además, es inesperado porque se sale de una agenda de costos de preservación y conservación. Sí representa un gasto, de un mantenimiento anual, puede ser de un 30 por ciento el reponer los daños”, apuntó.
“Se pueden utilizar algunos solventes que no sean agresivos con la piedra. A veces, se puede lanzar agua o arena, pero lo importante es que no haya químicos o abrasivos. Lo más complicado es cuando hay molduras. En esos casos, los especialistas tienen que trabajar en procesos específicos”, agregó.
mpl