El señor Omar, de 70 años, falleció a causa de un infarto en la Ciudad de México, tan sólo 17 días después de recibir la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V, en la alcaldía Tláhuac, lo que convirtió un momento de felicidad y esperanza en una completa pesadilla para la familia Núñez Morillo.
Su hija Blanca aseguró que su papá no sufría ninguna enfermedad crónica como hipertensión ni diabetes, ni padecía ninguna condición cardiaca, pues incluso “era muy sano y le gustaba mucho caminar”.
El señor Omar recibió la vacuna el 1 de marzo en el Bosque de Tláhuac, sin presentar ninguna reacción secundaria, no obstante, de manera progresiva comenzó a sentir fatiga en actividades con las que normalmente no se cansaba, por lo que su familia decidió realizarle un electrocardiograma y estudios de sangre, los cuales no registraron ninguna anomalía.
Sin embargo, cuatro horas después de realizarse los estudios, el señor Omar sintió un fuerte dolor de pecho.
“Se estaba ahogando y de pronto veo que se puso rojo, parece que la sangre le hubiera subido por toda la cabeza, lo acosté en la cama, eso fue muy desesperante, llamé a todos mis hijos, todos vinieron, llame a la ambulancia, pero se tardó mucho”, recuerda entre lágrimas su esposa, Blanca Irene.
El fallecimiento de su esposo, generó desconfianza en la vacuna a la señora Blanca Irene, por lo que decidió no acudir a recibir la segunda dosis el domingo 21 de marzo.
El sentimiento de remordimiento es latente entre la familia de Don Omar, que aunque no buscan generar miedo a las vacunas, sí quieren que se registren los posibles efectos secundarios de los biológicos o mayores indicaciones de las personas que no deberían aplicárselo.
“Estuvimos 43 años de casados, tantos recuerdos, es muy doloroso cuando uno convive con una persona tanto tiempo, siempre se nota la ausencia, el vacío” finalizó entre sollozos Blanca Irene.
FLC