Integrantes del Movimiento Nacional por la Salud, papás de niños con cáncer A.C., se concentraron desde las 11:00 horas en el Ángel de la Independencia, para marchar hacia el Hemiciclo a Juárez.
La movilización denominada Quimio Sí se realiza en rechazo a la falta de medicamentos y quimioterapias en hospitales, así como para demandar al gobierno federal que haya abasto continuo de estos insumos para los pacientes oncológicos.
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Los manifestantes, alrededor de mil personas, prepararon pancartas y lanzaron consignas en carriles centrales de Paseo de la Reforma. Los afectados por la falta de medicamentos y otras personas se sumaron al movimiento.
Debido a esta manifestación, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) realizan cortes a la circulación para el paso del contingente al paso del contingente, que se prevé avance sobre Reforma hasta la avenida Juárez.
Se recomienda utilizar como alternativa avenida Chapultepec o los carriles laterales. Debido a la manifestación, el Metrobús avanza sobre carriles laterales de Reforma, por lo que el servicio no se ve afectado.
Pacientes con VIH se suman a la manifestación
Durante la marcha de los padres de niños con cáncer, integrantes de la comunidad LGBT+ y pacientes con VIH se sumaron para exigir al gobierno federal el abastecimiento de retrovirales.
Alaín Pinzón, líder de la asociación VIHve Libre, dijo a MILENIO que, a pesar de que las autoridades han escuchado sus peticiones, no ha sido suficiente para que al abasto de este medicamento llegue a toda la República.
“Estamos aquí apoyando a padres y madres de niños con cáncer, ya que, así como ellos, las personas que vivimos con VIH no hemos tendido medicamentos. Basta de que no nos oigan”, externó el activista.
Durante el último mes, la organización ha marchado en la Ciudad de México para exigir un trato digno hacia la comunidad. Rodrigo Arce, un joven que vive con VIH, sale a manifestarse con la esperanza de que sus conocidos tengan acceso a una salud digna.
“Yo vengo acompañado de mi madre, porque nunca me ha dejado caer. Hoy cumplo 11 años viviendo con VIH y, afortunadamente no he sufrido de desabasto, pero salgo por los que ya no están”, externó.
Con banderines y cubrebocas de colores, los pacientes acompañan a los padres de familia para “hacer presión” a las autoridades y no ser “invisibilizados ” por la sociedad.
Pinzón señaló que, aunque las autoridades pueden considerar común las manifestaciones para exigir derechos, para la comunidad es trabajo social para ser escuchados.
“Realmente es que el gobierno federal escuche lo que hacemos, porque para ellos, esta marcha es una rutina. Les funciona como un termómetro, porque solo reacciona cuando hay una sociedad enardecida”, puntualizó Pinzón.
ROA