Bajo el subsuelo del Valle de México, a 2 mil metros de profundidad existe un acuífero profundo que contiene reservas de agua de hasta 15 mil años de antigüedad, acumulada al final de la última glaciación, que se pensó podría ser la nueva fuente para el Valle de México.
Sin embargo, a 10 años de su exploración sólo permite la producción de 140 litros de agua por segundo, a través de dos pozos profundos ubicados en Iztapalapa, por lo que no es la salida a la crisis por la sequía en el Sistema Cutzamala.
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De dicha reserva, a través de los pozos San Lorenzo Tezonco y Santa Catarina tres, el agua se extrae a 48 grados de temperatura, su calidad es casi potable, por lo que necesita tratamiento adicional, pues debido a su edad y exposición con las rocas, podría llegar a estar contaminada con arsénico y flúor, señaló uno de los expertos que participó en la exploración del pozo, al tiempo que no descarta que la explotación del acuífero profundo pueda provocar hundimientos.
“Para el pozo de San Lorenzo Tezonco estimamos alrededor de 15 mil años de edad, en el Santa Catarina estábamos entre 5 mil y 8 mil años de edad.
"El hecho de que esté a gran profundidad significa que es agua muy vieja, que no es agua que se renueva cada año. No es agua que podamos tan fácilmente usar, es decir, habría una responsabilidad a futuro, con generaciones futuras el extraer esa agua”, dijo en entrevista con MILENIO, el hidrólogo Eric Morales, uno de los investigadores del Instituto de Geología de la UNAM que participó en la exploración del pozo y estudio del acuífero profundo en 2011.
Exploraciones realizadas tras el terremoto de 1985 para conocer la respuesta sísmica del subsuelo de la ciudad, permitieron inferir la existencia de un acuífero profundo; así que en busca de otras fuentes de agua para la ciudad, en 2012, durante la administración de Miguel Mancera como jefe de Gobierno, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, emprendió un programa de exploración del acuífero profundo, en el que participaron investigadores de la UNAM.
Con equipo semipetrolero de Pemex se perforaron 5 pozos en Iztapalapa, pero solo se determinó la viabilidad de dos pozos, el de San Lorenzo Tezonco que fue el primero en abrirse y que se ubica a un costado de la Central de Abasto y el Santa Catarina tres.
“El extraer agua de mayor profundidad y que sea agua más vieja, implica que es agua que ha tenido mayor tiempo de interactuar con la roca, esa interacción con la roca, puede en algunos casos originar que no sea apta para consumo humano o que tenga ciertos problemas.
"En otras regiones se han observado que al extraer agua de mucha mayor profundidad, empieza a haber contenido de arsénico, flúor y otros elementos que rebasan los límites permisibles y que ya empieza a ser un problema, entonces eso también tiene que entrar en la ecuación para considerarlo”, dijo el doctor Morales Casique.
La perforacion del pozo de San Lorenzo Tezonco arrancó en 2011 y concluyó el 15 de diciembre de 2012, es decir, tuvo una duración de 18 meses.
Fue hasta enero de 2013 cuando se realizó la extracción de agua y evaluación de su calidad; desde entonces, opera con una extracción de mil litros por segundo.
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En 2017, entró en operación un segundo pozo profundo, el Santa Catarina 3, con una producción de 40 litros por segundo.
“El agua que se extrae está 40 grados más caliente que un pozo normal, la temperatura y abajo es de 60 grados, algo que corregiremos junto con los problemitas de calidad al someterla a un proceso en la planta potalizadora La Caldera”, dijo Ramón Aguirre, en ese entonces, director del Sacmex, durante el arranque del pozo, en una ceremonia el 27 de octubre de 2017.
Ante los “problemitas de calidad”, del agua del pozo profundo, el gobierno de la ciudad, acordó monitorear continuamente el pozo durante un largo periodo, y trasladar su caudal a la planta potabilizadora Agrícola Orienta para darle un tratamiento antes de incorporarla a la red primaria.
Durante reiteradas ocasiones, este medio buscó a la actual administración del Sacmex, a cargo del doctor Rafael Carmona, para obtener mayor información al respecto, sin obtener respuesta.
Acuífero sobreexplotado
Mientras que el almacenamiento del Sistema Cutzamala, –que provee el 29 por ciento del agua que consume la ciudad–, podría llegar a su nivel mínimo de operación el próximo 26 de junio, el Acuífero del Valle de México –que se explota desde hace más de 100 años y que abastece el 42 por ciento del agua–, también se encuentra en una situación crítica por sobreexplotación.
El Sistema de Aguas opera cerca de 900 pozos que extraen agua a entre 200 y 500 metros de profundidad, que han generado serios problemas de hundimientos, de hasta 14 centímetros en algunas zonas.
“Conforme estamos sacando esa agua creamos otros problemas; en términos generales la Conagua estima que para tener una extracción sustentable más o menos necesitaríamos estar sacando 500 millones de metros cúbicos al año, pero actualmente la ciudad extrae mil millones de metros cúbicos al año, le estamos sacando el doble”, dijo el doctor Eric Morales.
En su tiempo, Ramón Aguirre sostuvo que la explotació del acuifero profundo no generaría más hundimientos, pero eso no ha sido demostrado.
“El pozo Santa Catarina 3 que este día inicia su operación aporta agua de otro estado geológico, agua casi calidad potable pero que tiene otra edad y otra composición química lo que para fines prácticos permite suponer que se trata de otro acuífero, un segundo acuífero que está por confirmarse pero que con toda seguridad la extracción de su agua no tiene efectos negativos para la ciudad a este proyecto”, apuntó en 2017.
Por su parte, el hidrólogo consultado reviró “supongamos que sacamos agua a mil metros de profundidad aquí en la Ciudad de México, todavía no tenemos elementos suficientes para responder la pregunta ¿eso nos va a afectar y nos va a causar también hundimientos en la superficie? porque eso es posible, necesitamos más elementos y hacer simulaciones numéricas para poder estimar esa esa temporalidad de impacto”, indicó.
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HCM