Esta mañana, restauranteros del Valle de México se manifestaron en la calle Moneda, en la Ciudad de México, con el fin de dar un grito de auxilio para que autoridades capitalinas les permitan dar servicio dentro en sus establecimientos.
Con el cacerolazo, “abrimos o morimos”, personal del restaurante pidió a las autoridades permitir abrir sus puertas con un aforo de 30 por ciento, esto con el fin de dar un respiro a los gastos y pérdidas económicas que conlleva dar servicio para llevar.
“Es esencial que abran los restaurantes, no estamos pidiendo abrir al cien por ciento, ni volver abrir como lo hacíamos antes, solo estamos pidiendo que nos vuelvan a permitir que volvamos a abrir con el aforo de hace unos meses”, dijo en entrevista con MILENIO, la vocera de restauranteros Mireya Garcia.
Por su parte, el también vocero Sergio Flores indicó que las medidas impuestas por las autoridades capitalinas ya llegaron a un límite alarmante, pues se han perdido empleo de meseros, cocineros y hasta lavatrastes.
“La situación es muy complicada, está alcanzando límites alarmáticos. No hay bolsillo que alcance, es necesario empezar a trabajar donde sea, por que los gastos son muchos y las necesidades son más y así no se puede”, dijo Flores.
Exhortaron a las autoridades a llegar a un acuerdo en donde se medie la situación y permitan que se estabilicen los ingresos en el sector. De lo contrario, anuncian reconversión a negocios ambulantes.
“No nos pueden seguir castigando, estamos considerando ser ambulantes, para garantizar nuestros ingresos, pero también confiamos en que las autoridades llegaran a un acuerdo para no estar así”, dijo Mireya durante el cacerolazo.
grb