Desde hace cuatro años, María de Lourdes y María Guadalupe evitan abrir sus cortinas y ventanas, viven con miedo porque tiene un vecino incómodo.
Ambas viven en Clavijero 25, predio que está detrás del edificio Xocongo 225, en la colonia Tránsito, alcaldía Cuauhtémoc, que tuvo daño estructural tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.
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Tras el temblor, los trabajadores de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa), que laboraban en este edificio fueron reubicados y se dictaminó que el inmueble sería demolido.
Sin embargo, a cuatro años de aquel suceso, el inmueble luce en completo abandono y con el paso del tiempo podría colapsar.
“Es bastante alarmante, preocupante, intimidante estar viendo que esto no avanza”, dijo María de Lourdes.
“Y es la integridad nuestra la que está en juego con el edificio que no sabemos en qué momento pudiera colapsar y es una zozobra constante”, expresó María Guadalupe.
En entrevista, comentaron que luego del sismo de este martes 7 de septiembre de 2021, temen por su seguridad ya que aumentan las probabilidades de un derrumbe, “los cristales se rompen, se caen, hace muchísimo ruido y anoche con el sismo bueno crujía todo esto, hay fisuras nuevas y aparte a mí me tocó ver el movimiento del edificio, veo cómo se balancea y bueno la verdad a mí me dio mucho miedo, vivo con mucho estrés”, expresó la señora María de Lourdes.
La señora María Guadalupe indicó que el inmueble ya está provocando afectaciones a los departamentos de Clavijero, “por ejemplo ayer, no sé si eran réplicas, no le sé decir porque no soy un experto, pero yo sentía que después de que ya terminó y que no subimos y todo, yo seguía sintiendo que se movía y la verdad ese edificio cuando tiembla ahora me he percatado qué hace, las cuarteaduras empiezan a hacer un juego y pues tememos que cualquier fracción nos vaya a tocar”.
Los vecinos también comentaron que la basura y escombros que se observan en el edificio, son un foco de infección. Además, temen que por la situación de abandono se convierta en refugio de delincuentes.
Ante la falta de apoyo del gobierno de la Ciudad de México, no descartan manifestarse pacíficamente.
FS