Desde las primeras horas de este día, artesanos se instalaron sobre el Barrio del Artista y el Parián, para ofertar los tradicionales panzones y mulitas, con motivo de Corpus Christi.
En medio de un ambiente de fiesta, color y tradición, los comerciantes de estos productos ofertaron sus piezas por un precio de entre 30 y 100 pesos, indicaron que se preparan desde meses antes para participar en esta celebración.
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Desde hace 3 generaciones la familia de Irma Villa, se dedica a la elaboración de estas piezas, la señora mencionó que empezaron realizándolas con barro, pero ahora las hacen con cerámica y las pintan a mano cada una. Señaló que cada año tienen buenas ventas y esperan que este 2023 no sea la excepción.
"Nos preparamos 3 meses antes para estar listos, este año realizamos 300 mulitas y 60 panzones y panzonas", comentó.
Por su parte, el artesano Gerardo Merino, indicó que el trabajo del artesano está en peligro, pues quienes buscan adquirir sus productos pretenden pagar bajas cantidades. Agregó, que el proceso de elaboración de estas figuras es tardado y delicado, por ello maneja precios de los 60 pesos a los 150 pesos.
A los maestros artesanos se unieron los vendedores de antojitos típicos como chalupas, pan de fiesta y cemitas. Por lo cual se cerró el paso de la Avenida Juan de Palafox y Mendoza a la 6 Oriente.
Cabe señalar que el Corpus Christi se celebra 60 días después del domingo de Pascua, y es acompañada por la venta de panzones y mulas que hacen alusión a la picardía que hacían los trabajadores de las haciendas a sus patrones; en donde representan al hacendado rico y su esposa como muñecos panzones.
Pide obispo de Puebla trabajo contra el sufrimiento y la pobreza
El obispo auxiliar de Puebla, Tomás López Durán, llamó a impulsar acciones conjuntas entre todos los sectores de la sociedad para contrarrestar la pobreza, el sufrimiento, el dolor y la tristeza que impera en el presente.
Al encabezar la misa en la que se conmemora la Solemnidad de Corpus Christi, López Durán lamentó que diferentes comunidades del país están viviendo realidades complicadas y marcadas por la angustia de las personas.
“Todos los pueblos, particularmente, el nuestro, vive realidades tremendamente aplastantes, situaciones de dolor, de tristeza, de angustia, de sufrimiento. Pero hoy escuchamos, que esta presencia sacramental, sana todos esos dolores del ser humano”, apuntó.
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Al mismo tiempo, en la Basílica Catedral de Puebla, López Durán llamó a que, a pesar de los momentos complicados que se viven en el presente, se mantenga la esperanza de un mejor entorno y una realidad en la que impere la armonía y la paz.
“Que vuela a transitar entre los fieles que han perdido la esperanza, que viven sumergidos en la noche del dolor y la tristeza y que nuestros cantos, nuestra alegría y nuestro corazón enfervorizado, pueda transmitir, pueda animar a los que contemplen que este caminar en lo que el Papa Francisco nos ha pedido, que pueda ver cómo la iglesia diocesana camina con Jesús”, resaltó.
Este jueves 8 de junio, en la misa presidida por López Duran y concelebrada por los sacerdotes del Cabildo Catedralicio, la iglesia católica conmemoró la Solemnidad de Corpus Christi, en la que se proclama la presencia real de Jesús y se le rinde públicamente el culto.
Al mismo tiempo, durante la celebración religiosa, los fieles pidieron por el eterno descanso de quienes fallecieron durante la pandemia, pero a la vez ponen su esperanza en que se pueden superar los obstáculos.
Tras la misa, el obispo Auxiliar de Puebla encabezó una procesión en el atrio de la Basílica Catedral de Puebla; además, en diferentes templos y parroquias, realizaron la misma actividad, en algunas ocasiones, en las calles.
“La iglesia camina con Jesús, la iglesia camina junto al hermano, al vecino, al pobre, junto al sabio, junto al ignorante. Es una iglesia que camina en sinodalidad. Ese es el mensaje que queremos proyectar a caminar en el atrio junto con Jesús, serán unos cuantos pasos, pero lo pequeño se hace grande”, apuntó el obispo auxiliar.
La arquidiócesis de Puebla recordó que, en la ciudad de Puebla, durante la época del Virreinato, la procesión del Jueves de Corpus salía de la Catedral y recorría las calles del centro de la ciudad. En el recorrido se adornaban los balcones, ventanas y fachadas, predominando el color rojo de la sangre de Cristo, y también se ponían alfombras de aserrín en las calles.
“En el Concilio de Trento se declara que fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos”, resaltó la arquidiócesis de Puebla.
AAC