La celosía es un elemento arquitectónico que sirve para decorar pero también como un sistema de protección de interiores como de exteriores, mediante el cual se crea un espacio de armonía que permite el paso de la luz y el aire.
Así fue como Mariela Rodríguez definió lo que es su principal fuente de trabajo: Mi Celosía, un proyecto que ejemplifica el emprendimiento realizado por mujeres.
Definido como una oficina de arquitectura de interiores y exteriores, Mi Celosía fue un proyecto constituido en 2017 a través de un sistema de ventas en línea y una pequeña bodega donde se ofrecían productos para interiores, pero desde 2019 comenzó a recibir clientes en su tienda showroom, en Puebla capital, y logró alcanzar el reconocimiento que tiene ahora en su ramo.
“Poco a poco, amplié la gama de servicios y la oferta de materiales para actuar acorde a la demanda de los clientes, la cual me impulsó a incluir materiales de uso en exterior como portones, pérgolas para terrazas, barandales, protecciones y recubrimientos de fachadas para edificios.
Para ella no fue fácil emprender su negocio, pero su gusto por la creatividad, el diseño y la decoración le permitieron enfocar sus esfuerzos para potencializar Mi Celosía, desde diseños accesibles para amas de casa y locatarios hasta despachos arquitectónicos que le valieron la posibilidad de trabajar en proyectos a gran escala.
La empresaria destacó que Mi Celosía no solo tiene presencia en Puebla, sino en toda la República Mexicana, desde Tijuana hasta Cancún, con la firme idea de contar con oficinas en otros estados y ofrecer sus productos a arquitectos, diseñadores, constructores e inmobiliarios del extranjero. A la fecha, la empresa tiene más del 30 mil seguidores en Instagram y más de 20 mil en Facebook.
“Nos diferenciamos por contar con materiales de vanguardia que no encontrarás en ninguna parte y servicio al cliente que nos permite contar con una marca lo suficientemente confiable para obtener contratos”, señaló la empresaria.
Asimismo, reconoció que el crédito para sobresalir en la industria no solo es de ella, sino también del equipo de profesionales que la acompañan y la constante capacitación que tienen para ser los mejores en lo que hacen y ofrecerle al cliente las mejores alternativas en celosías, así como buena comunicación con sus proveedores.
“Tenemos la consolidación de un buen equipo de trabajo, desde el área de atención al cliente, marketing y redes sociales, hasta el personal de carpinteros, herreros e instaladores, quienes están comprometidos en sus actividades para contar con la preferencia de los clientes”.
Desde su perspectiva, la primera barrera que su género enfrenta para emprender es “el propio miedo al fracaso”; sin embargo, reconoció que también hay otras situaciones externas, como la limitación de financiamiento a fuentes de ingreso, desconfianza al conocimiento y habilidades de la mujer, competencia desleal y, sobre todo, la falta de reconocimiento hacia la mujer como protagonista activa dentro de la economía, pues aún se pretende que ocupe un rol familiar.
Mariela destacó que su presente es completamente diferente previo a la existencia de Mi Celosía, pues la creación de su empresa le permitió aumentar su confianza en sí misma, construyó independencia económica y es libre de tomar las decisiones que mejor le beneficien, se siente realizada porque es un proyecto de autoempleo y contribuye económicamente con los gastos de su familia.
Además, reconoció que la pandemia le permitió fortalecerse como empresaria porque le ha dejado aprendizajes sobre cómo actuar ante momentos de crisis, generar herramientas para impulsar su negocio y recuperarse económicamente lo más pronto posible.
“Las mujeres que estamos al frente de una empresa, servicio o comercio, tenemos una percepción diferente de cómo hacer las cosas, tenemos una visión más importante enfocada hacia el bienestar social, que en estos tiempos es muy importante”.
mpl