Uno de los elementos característicos y significativos de la celebración del Día de Muertos es la flor, ésta no puede faltar a la hora de hacer un altar.
La de cempasúchil ha tenido un carácter ceremonial durante cientos de años y hoy en día sigue adornando los altares. La también conocida como “flor de veinte pétalos” se dice guiaba las almas de los difuntos, actualmente, sus pétalos siguen usándose para formar un camino que guía a las almas de la puerta a la ofrenda.
La mano de león es otra de las flores utilizadas a la hora de armar altares, es tan hermosa y olorosa que se creía que su aroma guiaba a los difuntos.
La planta de esta flor es también llamada de terciopelo y además de su belleza, es popular por su duración una vez cortada.
Éstas y otras flores se cosechan en el centro de Tamaulipas y están listas para usarse en los festejos del Día de Muertos.
Don Francisco lleva realizando esta labor por 30 años, siembra cada una de las flores en su casa, ubicada en el ejido La Libertad a 10 minutos de Ciudad Victoria y una vez listas las trasplanta a este terreno para continuar su crecimiento y aunque se vio afectado por la pandemia este año ya registra un repunte en sus ventas.
“Es un proceso de 100 días, empecé como el 20 de julio, las riego, cuando crece la plantita la trasplanto. La flor está lista y los precios son accesibles”.
Cabe resaltar que las flores típicas del Día de Muertos no son las únicas que se siembran en este lugar, el campo se aprovecha también para cosechar maíz y calabaza el resto del año.
EAS