El inicio de la Fase 3 implicó la suspensión de cualquier actividad que fuera considerada no esencial, derivado de esta situación, muchos negocios no tuvieron otra opción más que cerrar. Lo mismo sucedió con los centros comerciales de León, aunque muchos ya habían cerrado desde antes de este decreto, aún permanece uno que mantiene sus puertas abiertas, pero con medidas más estrictas para evitar el riesgo de contagio.
Al entrar al centro comercial ubicado sobre el bulevar Torres Landa, el único audio se realiza a través de una bocina: "Por disposición de las autoridades, se les solicita a nuestra amable clientela que para el acceso al centro comercial deberá ser una persona por familia, y esta deberá portar cubre bocas en el rostro como protección para él y para los demás visitantes". En cuanto se emite la última palabra, el mensaje inicia nuevamente.
En recorridos que se realizaron semanas anteriores, este centro comercial aún contaba con muchas personas entrando y saliendo por todos lados, aglomerándose en un mismo espacio hasta más de cinco personas y, además, sin respetar la sana distancia ni portando cubre bocas. Hoy, todo luce distinto.
Se ha delimitado el acceso a una sola entrada, donde una bocina repite el mensaje de portar cubre bocas. En la puerta, un guardia se encuentra vigilando que las medidas se respeten en su totalidad. Una vez adentro, también se ha reducido el espacio de los pasillos con cintas para que las personas ingresen o salgan de una por una. Si se llegara a salir por un acceso incorrecto, lo primero que se verá es a personal de seguridad con indicaciones tajantes sobre dónde es la salida o entrada.
Es más fácil contar los negocios que se encuentran abiertos que los cerrados. Las luces apagadas, y un anuncio sobre el vidrio comunican que, a raíz de la contingencia, han decidido cerrar sus puertas para evitar contagios. Los que siguen abiertos, mantienen los protocolos de higiene enunciados.
"Sí cerramos unas semanas atrás, pero por lo mismo que necesitamos pagar impuestos y cosas así, seguimos abriendo. Igual tenemos reducido el tiempo, solamente son cinco horas al día que abrimos", comentó Jannet Castillo, trabajadora de un local de calzado al interior de esta plaza.
Algo muy curioso sucede, sin embargo, en los exteriores de este centro comercial, y de muchos otros que están cerrados, en realidad. Los bancos siguen prestando sus servicios, pero con una estrategia distinta. Se hacen filas afuera de los lugares, esperando ingresar para realizar el trámite deseado. No obstante, la sana distancia no se respeta. El espacio designado para evitar riesgo de contagio pareciera ser un mito dentro de estas formaciones, además de que las caras son completamente visibles, y los cubre bocas se mantienen de collar en sus cuellos.