Conocido por ser la cuna de la independencia y por sus tradicionales nieves, Dolores Hidalgo tiene mucho más para sorprender, pues la cerámica artesanal que sus habitantes producen es un orgullo de Guanajuato, para México y el mundo.
Basta con recorrer la calle principal para encontrar una centena de talleres de cerámica que ofrecen piezas que van desde macetas, tazas, vajillas completas, alcancías y decoraciónes, muchos de ellos son negocios heredados por generaciones.
"La tradición en la familia la inicio mi abuelo, de ahí mi papá nos enseñó a mí y a mi hermano, hoy los dos nos dedicamos a esto; el tiene un taller dedicado a macetas y cosas de jardín y yo a tazas y vajillas" narra Isaura, artesana local.
Se estima que en el municipio existen más de 2 mil 300 talleres, por lo que prácticamente el 80% de su economía se sustenta de esta actividad.
Son piezas elaboradas artesanalmente, todas ellas se pintan a mano, con sumo cuidado, detalle a detalle. Un proceso que puede llevarle al artista desde 20 minutos hasta 2 horas dependiendo de la complejidad de la pieza.
Gran parte de esta producción se vende al mayoreo y para exportación a países como Estados Unidos, Canadá y Europa, prueba de ello es que aún en medio de una pandemia Dolores Hidalgo logró producir más empleos gracias a la demanda de estos productos.
El barro que se utiliza procede de la sierra de los alrededores, se extrae en piezas de piedra que serán molidas y hervidas en suficiente agua para disolverlas y crear una pasta que posteriormente será colada para evitar impurezas.
Una vez llegado a este punto, será vaciado a moldes de yeso que le darán la forma deseada y que tienen la capacidad de absorver el liquido y dejar la humedad suficiente a la pieza para que tenga un buen grosor.
Viene después la etapa de pulido a mano para quitar las porocidades e imperfecciones, este proceso se lleva a cabo con una esponja húmeda.
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Casi para concluir, la pieza se llevará a un horno especial que la volverá totalmente sólida y una vez que el artista plasmó su obra pasará al proceso de esmaltado con una sustancia hecha a base de fibra de vidrio que le brinda una terminación brillosa
"A los turistas les gusta llevar de todo un poco, mientras más coloridas las piezas y con más diseños mejor, las tipo talavera se venden mucho pero a quienes más vendemos son a los comerciantes al mayoreo que las llevan a otros estados"
El Dolorense se siente orgulloso de su arte, de sus raíces y prueba de ello es que a pesar de una época de tecnificación y producción en serie, ellos mantienen sus procesos artesanales y la gente los compra gustosa, una tradición que no piensan dejar morir.