Nueve de los 21 años que ha vivido Diego los ha pasado bajo el influjo del cristal y la mariguana, adicciones a las que se inició para fugarse de la realidad por los problemas que había en casa.
“Primero fue chido el cotorreo y todo eso después fue como una burbuja que no podía salir. Tenía que consumir en las mañanas, tenía que consumir en las tardes y tenía que consumir en las noches para estar a gusto; fue difícil para mí dejar de consumir”, dice Diego Fierro con cinco meses de mantenerse limpio.
Empezó con alcohol pero rápidamente los amigos le invitaron a consumir otras sustancias a las que tenía acceso por medio del robo e incluso la prostitución, pues mensualmente gastaba hasta 5 mil pesos en promedio.
El camino del alcohol también lo recorrió Juan Pedro de 60 años de edad, 48 de los cuales ha estado en batalla para dejar la adicción a las bebidas embriagantes.
“Yo empecé a los 18 años, empecé la adicción porque es cuando empieza uno a querer quedar bien con las muchachas y con los amigos”, recuerda Juan Pedro quien también fue invitado por sus amistades quienes le hicieron creer que bajo la embriaguez, el cotorreo era más suave.
Él mismo se dio cuenta de su adicción pero evadía la realidad por el ambiente que tomaba en las reuniones aunque eso lo llevó a la pérdida de su carrerea profesional y diversos empleos; lo primero que perdió fue a su familia, recuerda.
“Pues todo lo que traía; si hiciera cuentas, ahorita viviría en una zona residencial y tendría carro del año ¿de cuánto hablamos, unos 10 mil para alcohol? Más o menos, aproximadamente”, reconoció.
“Se ha ido complicado en el tema de drogas más fuertes, consumos más tempranos, intervenciones más complejas en las que tienen que entrar otras disciplinas más especializadas como la psiquiatría, en la psicoterapia”, reflexiona José Luis Iberri Azcona, psicólogo del Centro TAVAD.
Chihuahua tiene un alza en el consumo del alcohol entre los 12 y 17 años aunque se ha detectado casos en que niños de 8 y 10 años ya toman bebidas embriagantes, aunque falta definir si es uso, abuso o dependencia.
“En el estado de Chihuahua hemos tenido un repunte en el consumo de sustancias; los centro de atención primaria en adicciones una de las drogas más comunes que atienden de manera ambulatoria es el consumo del alcohol y también lo tenemos presente en menores de edad, estoy hablando entre los 12 y 17 años de edad, es decir, prrácticamente cinco de cada diez jóvenes, podemos estar hablando en el supuesto de que están consumiendo algún tipo de alcohol”, reveló Édgar Lozano Becerra, Responsable Estatal de Atención a las Adicciones
El funcionario estatal dio a conocer que el alcohol es la entrada a otras adicciones como los barbitúricos, sedantes, anfetaminas y las crecientes cocaína y cristal, éste último por su bajo costo y practicidad de fabricar hasta en la cochera de una casa.
El próximo 15 de noviembre se conmemora el Día Nacional contra el Uso Nocivo de Bebidas Alcohólicas y la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, reveló que cuatro de cada diez menores de edad han consumido alcohol alguna vez en su vida y entre 2011 y 2016, el consumo excesivo de bebidas embriagantes por menores de edad, se elevó en 93 por ciento.
A nivel mundial, el promedio de recuperación de las adicciones no supera un dígito y la pandemia causó el cierre de varios centros, por lo que el trabajo se complicó, reconocieron. El inicio tiene múltiples factores y en Chihuahua, viene en ascenso dada la situación geográfica en colindancia con Estados Unidos.
“No se vayan con el canto de las sirenas. Al principio va a haber algo placentero pero después vienen cosas que no les van a gustar. Estar bien enganchado, tener que consumir. Que no se droguen y vivan su vida como es y valoren su familia”, aconsejó Diego.
HCM