Los problemas socioemocionales de estudiantes y la necesidad de que los docentes brinden un acompañamiento personalizado, conforman el principal reto por atender en el cierre del ciclo escolar 2022-2023.
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En el punto anterior coincidieron las investigadoras de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, María Guadalupe Albarrán Campos, académica del Departamento de Innovación e Investigación en Procesos Académicos; y Paula Rodríguez González, directora de las Licenciaturas en Pedagogía e Innovación Educativa y Psicopedagogía, para quienes el entorno pandémico desencadenó ansiedad y estrés en los estudiantes.
Durante la mesa de análisis “Innovar en los nuevos escenarios: Transformando la educación y la sociedad”, Albarrán Campos resaltó que, en la actualidad, se requiere que el docente se comporte como un tutor académico para entender las necesidades de cada estudiante.
“Ante el nuevo escenario que se vive en el mundo educativo, es importante poner en marcha prácticas educativas innovadoras y estrategias didácticas exitosas que han surgido como respuesta a la pandemia y a las demandas del contexto”, expresó.
Una de las principales oportunidades que tiene la educación ante el contexto actual es trabajar en los procesos socioemocionales de los estudiantes, lo que implica brindarles un acompañamiento más personalizado y una educación que incluya la perspectiva afectiva y cognitiva, apuntó.
La investigadora de la universidad poblana destacó la importancia de generar nuevos escenarios educativos en los que el profesor asuma el rol de tutor y se brinde una atención integral a los estudiantes.
Por su parte, Paula Rodríguez González, directora de las Licenciaturas en Pedagogía e Innovación Educativa y Psicopedagogía de la Upaep, expresó la necesidad de nuevas formas de educación inclusiva y equitativa; además, planteó la importancia de crear comunidades y ambientes de aprendizaje que fomenten la adquisición de competencias necesarias para enfrentar los retos actuales de la era de la información.
“Es importante tomar en cuenta no solo la transmisión del conocimiento, sino también cuestiones como la inclusión educativa y la gestión de la inteligencia artificial en los procesos educativos. Además, se hace necesario considerar cómo las distintas formas de diversidad, como la raza, el lenguaje y las creencias, influyen en los procesos educativos y cómo podemos utilizar estas áreas de oportunidad para transformarlos en procesos significativos”, añadió.
Ante la situación actual, la investigadora de la Upaep explicó que se requiere de pedagogías máximas diferentes que promuevan el aprendizaje dialógico, integrado, participativo y permanente.
“El papel del docente en la comunidad de aprendizaje debe ser el de uno más y se debe prestar atención a las relaciones y comunicación entre alumnos, familias, comunidad y profesionales del centro educativo”, añadió.
La innovación en la educación debe estar al servicio de la comunidad y fomentar el aprendizaje horizontal para poder convertirlo en beneficio de la sociedad, resaltó la directora de las Licenciaturas en Pedagogía e Innovación Educativa y Psicopedagogía.
“Es fundamental que cada uno pueda identificar lo que se quiere incluir en su entorno y compartirlo para lograr una educación más inclusiva y equitativa”, apuntó.
CHM