Para que estados como Puebla y, en general, el país puedan crecer económicamente, se requiere seguir el camino de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es decir, impulsar los proyectos de energía verde.
De acuerdo con el análisis “Indicadores Económicos y Financieros”, realizado por Anselmo Salvador Chávez Capó, investigador de la Escuela de Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), en la actualidad, la actividad productiva se está moviendo hacia un modo que busca tener un impacto menor en el medio ambiente y las principales acciones están relacionadas con el desarrollo sustentable, la energía renovable, acciones socialmente responsables, reciclaje, entre otras; es por esto que en el entorno de los negocios se utiliza el término Economía Verde.
Señaló que las finanzas sustentables no abarcan solo las decisiones de financiamiento e inversión que influyen en los problemas medioambientales, sociales y de gobierno (ESG, por sus siglas en inglés), sino también de la forma en que las problemáticas pueden influir en las decisiones de inversión y las valuación de activos.
“Las finanzas sustentables son cualquier inversión o programa de préstamos donde el factor de impacto ambiental en la evaluación del riesgo sea un elemento fundamental para la toma de decisiones del negocio. Hay financiamiento verde para ambos tantos consumidores como productores, siendo los prestamistas e inversores de capital de riesgo quienes proporcionan los recursos para los proyectos. Por parte del consumidor, las finanzas verdes son representadas por esfuerzos privados, generalmente no gubernamentales, para ofrecer incentivos individuales principalmente a pequeños negocios, para reducir emisiones o para atraer negocios de otras ramas que quieran hacer esto; mientras que por parte del productor, las finanzas verdes pueden ser utilizadas por las instituciones ya sea para seleccionar la inversión o financiamiento a favor de proyectos verdes o contra proyectos que ocasionen daños ambientales; también se pueden implementar para utilizar los mercados establecidos en la búsqueda de un control de las emisiones como parte del financiamiento del proyecto", explicó.
Resaltó que considerando que es imposible reducir las emisiones a cero en un mundo industrializado, la economía verde puede tener mayor impacto económico.
“En la actualidad, la tendencia es crear, desarrollar o convertir las empresas en negocios verdes, por lo que se espera un ligero incremento en el total de inversiones en energía limpia este año en medio de un mercado de capitales sumamente competido".
Entre 2006 y 2017, los Principios de Naciones Unidas para la Inversión Responsable pasaron de tener 100 inscritos a contar con más de mil 750, distribuidos a lo largo de 50 países.
"Esto prueba del creciente interés de los bancos, fondos de inversión y empresas en general por las finanzas sustentables, como parte de su agenda de responsabilidad social que busca mitigar el impacto del calentamiento global y beneficiar el medio ambiente y la sociedad en general; mientras se generan rendimientos económicos aceptables para sus negocios", apuntó.
AFM