¡Con aroma a justicia! Café une a productoras de Chiapas con familias de desaparecidos en Coahuila

La venta del café gourmet orgánico de tres cooperativas del sur ayudará a financiar búsquedas de colectivos del norte. Así puedes adquirirlo:

Con este proyecto se logró vincular a tres diferentes cooperativas productoras de café. (Especial)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

Las luchas que se registran en todo el territorio mexicano y que enarbolan múltiples causas en la búsqueda de justicia social, en algunos momentos logran configurar alianzas exitosas que les permiten no sólo el fortalecimiento económico, sino también la configuración de una comunidad organizada y solidaria.

Esto es justo lo que ocurre con mujeres productoras de café en el estado de Chiapas y las madres que buscan a personas víctimas de desaparición forzada en Coahuila. 

Es el activista Michael Chamberlin, colaborador del Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios y representante de Consultora Solidaria, organización que trabaja desde la Ciudad de México, quien explicó que este modelo comenzó a trabajarse al cierre del año anterior.

En entrevista telefónica para MILENIO, Chamberlin detalló que en un ejercicio comunitario se logró vincular a tres diferentes cooperativas productoras de café: Maya Vinic, Comon Yaj Noptik y Anepaan, con las madres que realizan labores de búsqueda en Coahuila, celebrando un acuerdo para fortalecer lazos entre las cooperativas y los colectivos de víctimas de violencia en México, a través de la comercialización de café orgánico a precio justo.

“Es un vínculo que quisimos hacer por varias razones. Acompañamos a las familias de Fuundec-Fundem y de otros colectivos en la búsqueda de sus familiares, desde hace algún tiempo hemos tenido problemas para financiar sus actividades... Los financiamientos están cada vez más enfocados a fortalecer las capacidades técnicas de las instituciones, de las fiscalías, de las comisiones de búsqueda, menos en las acciones que fortalezcan organizativamente a los colectivos de víctimas y emprender acciones propiamente de investigación, de litigio. Son acciones que tienen que ver con el derecho a la verdad, a la justicia”, declaró.

Chamberlin conoce las luchas sociales en ambas entidades y al haber vivido en Chiapas y trabajar en temas de derechos humanos, conoció a personas que trabajan el concepto del comercio justo. 

Se identificó que desde hace tiempo, los colectivos de búsqueda tienen problemas para financiar sus actividades. (Archivo)

Café a un precio justo y competitivo

Así identificó a las unidades productoras de café que emergieron a lo largo de décadas, particularmente después del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), cuando comunidades indígenas pudieron recuperar sus tierras y al organizarse adoptaron el modelo cooperativista.

“Ellos exploraron la producción orgánica como una manera de cuidar a la tierra y de ofrecer un café de calidad al consumidor. Se trata de un proceso impulsado por comunidades pobres, indígenas, para salir adelante. Entonces nos dijimos, ¿por qué no apoyamos a estas cooperativas que están buscando cómo comercializar su café y buscamos que las utilidades que se generen desde la perspectiva de comercio justo financien las actividades que hacemos con los colectivos del norte? Esa fue la primera idea que tuvimos”, externó.

Acto seguido fue entablar un diálogo con los liderazgos de las cooperativas para llegar a un acuerdo, al buscar un modelo comercial que funcionara para todos, donde los productores no sacrifiquen sus ganancias y por otro lado, el poder vender el café a un precio competitivo, es decir, por un tiempo amplio y no sólo una vez por simpatía.

Se trata realmente de entrar a competir en el mercado con un café de calidad y ha funcionado muy bien, porque la gente se emociona con el proyecto y eso es para nosotros algo muy agradable, el encontrarnos con la solidaridad para el proyecto, pero además nos empiezan a comprar porque efectivamente encuentran un café de calidad que es competitivo, si no es que más barato de lo que se compra en tiendas departamentales”, expresó.

La calidad de este café chiapaneco es indiscutible y competitivo, más aún si se piensa que en las cafeterías boutique o de diseño de bebidas, una sola taza de café puede costar entre los 75 y los 110 pesos, en tanto que por medio kilo de café orgánico se pueden pagar 175 pesos para disfrutar de una gran bebida durante varias semanas, eso es lo que hace viable y sostenible el proyecto en el tiempo.

“Esto ha tenido varios efectos positivos y ha sido aprendizaje para nosotros, porque cuando hablamos con las cooperativas nos enteramos que algunas son integradas por mujeres productoras de café, que también han tenido su proceso en comunidades indígenas, donde las mujeres comienzan a ser dueñas de la tierra y automáticamente forman parte de la cooperativa como socias, sabemos que toman decisiones con voz y voto dentro de la asamblea y eso genera un proceso comunitario interesante, de empezar a ver las necesidades desde los ojos de las mujeres”, visualizó.

Se identificó a las unidades productoras de café que emergieron a lo largo de décadas, particularmente después del levantamiento del EZLN. (Especial)

"Más allá del café, queremos conocerlas"

Michael Chamberlin precisó que cuando a las productoras de café se les comenzó a sensibilizar sobre la tarea que realizan las mujeres en Coahuila para visibilizar el tema de la desaparición forzada y el trabajo de búsqueda que realizan, con casos que refieren hasta quince años sin sus familiares, lo primero que pidieron fue conocerlas.

“Nos dijeron: ‘Queremos aprender de ellas también, cómo ha sido su proceso organizativo de lucha y que vengan y que nos conozcan a nosotras’, entonces empezamos, ahorita estamos preparando un primer viaje para visitar con un grupo de mamás de Coahuila, ir a las cooperativas de Chiapas, muy probablemente en marzo, para generar los vínculos más allá del café”, destacó.

De esta forma el activista acierta al considerar que el café será sólo un primer intermediario entre dos luchas que se perciben distintas en su forma, historia y distancia geográfica, para ser luego un motivo de unión entre las mujeres que se vuelven imprescindibles en la historia de la lucha social del país.

Las formas de sumarse a esta iniciativa es comprando café, puede ser al mayoreo o menudeo y se puede realizar haciendo una compra a partir de diez kilos, por lo que se pueden juntar amigos para comprar el café que consumen en casa o la oficina durante un mes, o comenzar a distribuir para hacerlo llegar más lejos, sabiendo que las ganancias se aplican en los trabajos de búsquedas de personas desaparecidas de manera forzada o en su caso, en el impulso del establecimiento de la verdad histórica y la justicia.

Lo segundo que se busca con esta acción de vinculación solidaria o lo que se intenta impulsar es la reconfiguración de la comunidad, esquema social que quedó desarticulado a partir de la guerra que el gobierno de Felipe Calderón encabezó contra el crimen organizado.

“Es lo principal que hemos perdido en esta guerra contra el narco: los lazos comunitarios y de cuidado mutuo y de los otros. Ese es el efecto que está teniendo este proyecto en sus primeros meses, porque tiene poco tiempo. Lo iniciamos en noviembre pasado, en octubre hicimos las primeras visitas a Chiapas y se ha corrido la voz de una forma bonita con la gente que se ha querido sumar”, indicó.

El café será sólo un primer intermediario entre dos luchas que se perciben distintas. (Archivo)

¿Dónde conseguir el café?

En este punto quizá algunos de los lectores ya estén interesados en la comercialización o distribución del café. Para obtener más información pueden escribir directamente a cafe.solidaria@gmail.com. 

El producto, con cuatro marcas comerciales, ya encontró espacio entre comerciantes de Guadalajara y Monterrey, en tanto que se están afinando los detalles para que el primer punto de venta en Coahuila se abra en Torreón.

“El Fray Juan de Larios en Saltillo está buscando la manera de poder formalizar un lugar de distribución en la capital y ahí vamos despacito, pero por lo pronto en ese correo podemos ponernos en comunicación y ver la manera de hacerlo... El precio medio que tenemos en la mayoría de los cafés, porque son de calidades diferentes, está en 175 el medio kilo. En precio de mayoreo que es a partir de los 10 kilos, lo estamos dejando en 150 pesos. Se trata de café de exportación, orgánico, de altura y de comercio justo y estamos por debajo de lo que cuesta en el mercado”, mencionó.

En suma, dijo el defensor de derechos humanos que esto tiene además una doble ganancia, la primera es económica y ayuda a las mujeres en su lucha, pero la otra es un activo social que permite que, con el pretexto del café, la ciudadanía se interese en conocer las problemáticas que viven las mamás que buscan a los desaparecidos, así como las luchas de las cooperativas en el sur que intentan salir adelante con un producto en un esquema independiente.

Para obtener más información pueden escribir directamente a cafe.solidaria@gmail.com. (Especial)

Café de calidad gourmet tradicional

De acuerdo a la información que ofrece la página de Consultora Solidaria, se trabaja con tres cooperativas y cuatro marcas de café:

La cooperativa Maya Vinic se ubica en los Altos de Chiapas y maneja una variedad arábica a través de la marca Maya Vinic, con calidad Especial Gourmet Tradicional.

La cooperativa Comon Yaj Noptik se ubica en la localidad Biósfera El Triunfo y produce una variedad arábica a través de su marca Metik (Café de Mujeres) con calidad Gourmet.

La cooperativa Anepaan se ubica en Jaltenango con las variedades arábicas a través de las marcas Selka (Café de Mujeres) y Xalte, ambas de calidad Gourmet.

GERR


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