Una familia venezolana conformada por padre, madre y tres hijos, fue acogida y ayudada por Román García, mejor conocido como “El Güero Colombia”, quien cuenta con una cadena de negocios de venta de elotes y frituras.
El Güero detectó de inmediato a la familia, la cual caminaba con cansancio por las céntricas calles de Torreón y supo desde un principio que era vulnerable, por lo que les ofreció su ayuda incondicional.
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No obstante, cuando Román se acercó para ofrecerles un poco de alimento, la familia se mostró escéptica, desconfiada y sobre todo a la defensiva.
"¿Por qué nos regalas comida si no nos conoces? No sabes quiénes somos, ni de dónde venimos", fue lo primero que preguntó la madre cuando les ofreció alimento.
Román enfatizó que la pregunta de la venezolana fue a la defensiva, por lo que este respondió dócilmente y con un gran sentido humano.
“Fíjate que al dirigirme hacia la venezolana, le contesté pausadamente y con voz suave y noté que esa frialdad e inseguridad de pronto cambio, en un abrir y cerrar de ojos”, narró Román.
Expuso que entró en confianza junto con su familia, la cual no habló debido a que venía cansada y con bastante hambre.
“Les ofrecí un poco de alimento para aminorar el cansancio y se relajaran de la espectacular odisea que atravesaban desde que salieron de Venezuela”, comentó.
¿Por qué ayudarlos si no sabes quiénes son?
El saber quiénes son no es importante. Lo importante es mitigar el cansancio y saciar el hambre que soportan cada paso que dan para llegar a los Estados Unidos.
¿Es la primera familia inmigrante que ayudas?
No, no es la primera. Fíjate que tengo imán con inmigrantes venezolanos, ya que han sido varias familias venezolanas que he ayudado y lo que me sorprende es que viajan en familia.
Si tuviera la necesidad de migrar hacia otro país, yo no me iría con toda mi familia, porque no quiero exponerla al peligro.
Bueno, cada quien piensa diferente y en verdad me sorprende que viajen desde tan lejos con toda la familia. Mis respetos.
También pasa algo curioso, me he fijado y es que ven la bandera de Colombia que tengo colgada y la confunden con la de su país, por lo que piensan que soy venezolano.
¿Qué clase de ayuda les ofreces?
Les ofrezco comida, que para mi es lo esencial. También les proporcionó un poco de ropa de uso y cobijas. Hacemos la coperacha, para que se lleven una feriecita para el camino.
¿Crees que ofreciendo ayuda tu negocio prospere?
Bueno, no es mi finalidad ¡Claro que no! Mi objetivo es solidarizarme con el vulnerable, con el débil, con el austero, con el desprotegido. Claro que sí soy creyente de las buenas bondades y bendiciones que son multiplicadas desde el cielo.
¿Es tuya esta iniciativa de ayudar?
Sí, es mía y la comparto con mi madre, quien tiene un corazón enorme para ofrecer y ayudar a quien más lo necesite, admiró a mi mamá, ya que nunca me dice que no, me entusiasma cuando me dice “claro hijo” vamos ayudarles. Soy un hombre afortunado de contar con una madre así y que decir mi papá, quien también aporta lo suyo sin mirar a quién.
GERR