Con la entrada del semáforo rojo del coronavirus y debido a los cierres en diferentes calles del primer cuadro de la Ciudad de México, empleados de “comercios catalogados como esenciales” salen hasta las vallas metálicas para anunciar que están abiertos y poder ofertar sus productos.
En un recorrido de MILENIO se pudo constatar que el cruce del Carmen y Belisario Domínguez, en la alcaldía Cuauhtémoc, los empleados de por lo menos dos negocios han decidido salir con paletas y cartulinas para demostrarles a los clientes que sus locales, entre ellos farmacias y artículos de protección sanitaria, están abiertos.
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"Hay que tratar de hacer lo posible para poder sacar la chamba, vendemos a los clientes por los letreros que pudiste ver, la gente se acerca, nos pregunta y aquí les hacemos la nota, nosotros vamos y surtimos el pedido y lo entregamos aquí en la valla. De hecho, sí se está vendiendo mucho y más con el semáforo rojo. También incrementa un poquito la venta de todo, solamente se hace el pago con puro efectivo", dijo Ricardo, gerente de compras de una farmacia de la zona centro.
El resguardo de la policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana es permanente, se instalaron filtros sanitarios y vallas metálicas en los perímetros A y B del Centro Histórico, sobre las calles de Palma, Venustiano Carranza, Correo Mayor y Calle de Donceles, con la finalidad de evitar concentraciones masivas y posibles contagios del covid-19.
La vialidad de Belisario Domínguez permanece abierta, se observa a lo largo el comercio informal hacia la zona cercana de Circunvalación, lo que provoca que los transeúntes se aglomeren.
OMZI