El Internet es un gran aliado para descubrir información, mantenernos informados, conectar con quienes están lejos y hasta a convertirnos en emprendedores. Pero no hay que olvidar que también hay riesgos y el conocimiento nos ayudará a navegar de manera segura.
La inequidad de género y los problemas de seguridad para las mujeres también suceden en Internet. Existen barreras de conectividad globalmente, con una brecha de género del 26%.
Y quienes sí están conectadas pueden llegar a enfrentarse con problemas de seguridad. Las mujeres son de los grupos más vulnerables a padecer abusos en línea.
Para evitarlos o detenerlos es importante tener las herramientas y el conocimiento para una experiencia segura en línea. Hay tres principales problemas de seguridad que afectan más a las mujeres: ciberacoso, suplantación de identidad y filtración de contenido personal.
Estos abusos en línea están expresados en comentarios de índole sexual, solicitudes no deseadas, manipulación a fotos, distribución de fotografías sin el consentimiento y amenazas de llevar la violencia al mundo físico.
Contener estos riesgos es indispensable para evitar que tengan consecuencias como daño a su reputación, violencia física y daños emocionales.
La prevención es clave y para ello hay que tomar en cuenta nuestra huella digital.
Es importante decidir qué compartir y qué no, en dónde y a quién. Todo lo que pones en Internet deja un rastro. Pensar antes de compartir es comportarse en el mundo digital como lo haces en el mundo real. Además hay que revisar la configuración de las plataformas que utilizas para decidir tus candados de privacidad. Algo importante es tener contraseñas seguras para que nadie pueda tomar tu información. Evita opciones obvias como cumpleaños, placas o 1234.
Que sean de al menos 8 caracteres y combinen mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Ten una contraseña diferente para cada cuenta y no la compartas con nadie. Además, si algún sitio o persona que conoces por Internet te pide información no la des.
Tampoco te dejes presionar por gente que sí conoces para dar información, fotos o videos. Mucho menos contraseñas. En caso de que te veas en una situación que atente contra tu seguridad, repórtalo. Utiliza las herramientas de bloqueo o para reportar cuentas, videos o fotos.
Si no eres tú la persona afectada, también ten una buena ciudadanía digital y no seas parte de conversaciones agresivas o reporta este tipo de situaciones para evitar que sigan sucediendo. Estos son solo unos consejos, puedes encontrar muchos más en el Centro de Seguridad de Google. La seguridad la hacemos todos y no se trata de alejarte de los beneficios del Internet por miedo o por malas experiencias.
Eso solo aumenta la brecha y la inequidad. Se trata de trabajar por un Internet más seguro a través de la prevención, el cuidado y de alzar la voz.
jamj