Entre los adolescentes de Puebla está apareciendo una llamada nueva “prueba de amor o de amistad” que consiste en compartir contraseñas de las redes sociales a la pareja o a otro amigo o amiga, situación que se traduce en el inicio del ciclo de violencia, advirtió María del Carmen Mora Ávila, orientadora educativa del Programa de Apoyo y Seguimiento al Estudiante (PASE) de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
“Si no me contesta un mensaje por Facebook o por WhatsApp, entonces, se puede generar impaciencia y baja tolerancia a la frustración de parte de quien está enviando los mensajes. Hay una necesidad de inmediatez dada por las plataformas en las que todo es instantáneo. Entonces, se ha generado baja tolerancia a la frustración y esto genera muchas fantasías en las personas que mandan los mensajes y no reciben una respuesta inmediata”, explicó la especialista.
Durante la mesa de análisis “El Lenguaje del Amor y la Amistad en la actualidad: 14 de febrero, día del Amor y la Amistad”, realizada en la Upaep, la especialista en psicología explicó que, en la actualidad, los jóvenes se comparten las contraseñas de redes sociales como una forma de mostrarse de amor y confianza; sin embargo, esto puede generar dependencia emocional, celos y hasta conflictos.
“Los intercambios de contraseñas se están presentando como una muestra de amor; sin embargo, se está traduciendo un amor tóxico, en un amor de dependencia emocional por querer tener control sobre la otra persona. Esto se traduce en violencia y maltrato psicológico”, advirtió la especialista.
En la actualidad, las redes sociales son un factor clave en las razones para que una pareja rompa y existen casos en los que se decide terminar una relación por una publicación en alguna red social, apuntó la especialista.
“Hoy, las rupturas de pareja se presentan a partir de conflictos generados por el uso de redes sociales. Tal vez, al estar explorando el perfil de mi pareja, no té que le dio un Me gusta al perfil de otra chica o chico y eso genera conflictos y se puede llegar a la ruptura”, comentó.
Agregó que existe una dependencia emocional hacia las redes sociales, problema que tiene su raíz en la familia porque los adolescentes pasan tiempo solos y su único contacto con el mundo son los mensajes a través de dispositivos móviles.
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