La comunidad LGBTTTIQ+ demandó al Congreso mexiquense el reconocimiento de los derechos de las personas trans, para acabar con la transfobia que existe hacia este grupo, el cual apenas y tiene una esperanza de vida de 35 años en México, cuando las personas heterosexuales viven más de 74 años.
Durante el Foro:” Rumbo al Reconocimiento de los Derechos de las Personas Trans” que organizó la fracción parlamentaria del PRD en el Congreso local, los y las ponentes se quejaron que no tienen acceso al servicio de salud, educación ni mucho menos un trabajo digno y bien remunerado, por lo cual la actividad sexual sigue siendo su única opción.
Por su parte, la diputada del PRD, Araceli Casasola Salazar, dio a conocer que esta bancada ha presentado cinco iniciativas de ley en el Congreso, sin buenos resultados por la resistencia de algunos grupos a reconocer sus derechos, por lo cual advirtió que no van a quitar el dedo del renglón hasta que se haga justicia.
- Esto, dijo, no puede quedar fuera de las agendas públicas, es necesario demostrar que existe un estado progresista y con libertad, que respeta la ley porque su causa es justa, son derechos que deben reconocerse sin escatimar nada.
Por su parte, Tania Vázquez, activista y feminista trans, pionera, representante de Famosas de Toluca, se quejó que las tratan como de segunda, principalmente la Legislatura, negándoles el acceso a la seguridad y salud. “Necesitamos ser reconocidas por el Estado, una casa para sobrevivientes trans, necesitamos existir jurídicamente y poder rectificar nuestra acta nacimiento y credencial de elector porque tenemos derecho a la identidad”.
Los derechos no se consultan
Los derechos humanos, subrayó, no se consultan, son universales. Esto ubica a la Legislatura en el nivel de “omisos” por lo cual es momento de que paguen la deuda con la comunidad LGBTTTIQ+ donde hay necesidades específicas, desde acudir a médicos especialistas que estén capacitados y usen un lenguaje incluyente.
Sharon Hernández insistió que los derechos humanos ya están consignados en diversas normas; sólo falta que los reconozcan y se hagan efectivos; en tanto, la profesora universitaria, Belem Benhumea, sostuvo que hace falta el acceso a la educación, con perspectiva de género y se les deje de violentar y discriminar.
La realidad es que este grupo es uno de los que más se enfrenta a la deserción escolar porque no logra integrarse o simplemente para alejarse de la violencia.
En tanto, el docente Diego Martínez González, enfatizó que es necesario capacitar al personal médico porque 76 por ciento de los miembros de la comunidad LGBT han sentido discriminación o un trato diferente y de ellos 49.4 por ciento tuvieron que ocultar su identidad por la reacción del médico tratante.
En la práctica la mayoría de los profesionales prefieren no involucrarse, hay ignorancia y nadie los obliga a usar el protocolo. Por ello uno de cada 200 endocrinólogos en el Estado de México acepta hacer reemplazamiento hormonal, pero eso les trae muchos gastos desde la consulta y análisis, hasta la reconstrucción.
Los asistentes insistieron que no se trata de tener más derechos que el resto de la gente, sino equidad, que antes de comunidad LGBTTTIQ son personas y tienen derecho a ser diferentes, no sufrir violencia, pero México se ubica en el segundo lugar en crímenes de odio de todo el mundo, sólo superado por Brasil.
KVS