Estudiantes la Universidad Iberoamericana Puebla realizaron un minuto de silencio y un performance en memoria de su compañera del campus de León, Nadia Rodríguez Saro Martínez, quien fue asesinada el pasado 8 de marzo.
Al regresar a las actividades académicas a la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita tras el paro del #9M, conocido como #UnDíaSinNosotras, las estudiantes encabezaron un reclamo de justicia por una nueva joven asesinada en México.
“El nombre de Nadia duele”, fueron palabras pronunciadas en la Ibero Puebla por estudiantes de la carrera de Relaciones Internacionales que exigieron justicia y se encuentre a los responsables del asesinato de su compañera.
“Nadia fue víctima de la violencia sistemática que azota a nuestro país desde hace mucho tiempo y que ha destruido toda posibilidad de refugio en la neutralidad. Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía… Hay que actuar”, expresó una de las universitarias a nombre de sus compañeras.
En primer lugar, las realizaron un performance en el trono de la Sabiduría, frente al Mural en Memoria de las Víctimas de Violencia de Género, ubicado entre los edificios E y F de la Ibero, espacio donde se encuentran los rostros de Paulina, Karla e Ingrid Escamilla, víctimas de actos violentos.
Luego, las estudiantes realizaron una manifestación por los pasillos de la institución de educación superior ubicada a un costado del bulevar del Niño Poblano que terminó en el foro artístico El Ágora donde se guardó un minuto de silencio.
Las alumnas poblanas expresaron su solidaridad con la comunidad universitaria de Ibero León, tras el asesinato de Nadia Rodríguez y expresaron su rechazo a que continúen las agresiones contra las mujeres y contra los estudiantes.
El nombre de Nadia se hizo presente en diferentes momentos y estados materiales: en flores, veladoras, pintura y las palabras emitidas por las estudiantes poblanas: “¡Por Nadia, por todas!”
Reunidas en círculo, arrancó la expresión performativa: “No pinto los monumentos, me pinto yo.” Prendas que llegaron blancas fueron teñidas de púrpura y rojo, lo mismo que rostros y cabello. De fondo, sonó el himno feminista: Canción sin miedo.
Durante la ceremonia, la estudiante Marisol Kai lamentó la respuesta de las autoridades con respecto a las pintas en espacios públicos: “La pintura se quita, pero las vidas no regresan”.
Señaló que Nadia fue silenciada el día en que todas se preparaban para alzar la voz. “Hablo por ti, que no estás. Hablo enojada, porque el Estado cuida más a sus monumentos que a sus mujeres”.
Después, Sandy Smithers resaltó que la paradoja de que el hartazgo y fatiga mantiene la lucha de las mujeres: “Ya se ha decidido, sin que tú lo sepas, si llegas a casa o te has despedido para siempre”.
8 y 9-M, un parteaguas
La representante del Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social (Cafis), Natali Arias Hernández, aseguró que la marcha del 8 y el paro nacional de “Un día sin nosotras”, del 9 de marzo, fueron dos estrategias inéditas para combatir la violencia de género y exigir un freno a los feminicidios, por ello lo calificó ambos hechos como un “parteaguas” para el movimiento de las mujeres.
En entrevista para Milenio Puebla, sostuvo que lo registrado el 8 y 9 de marzo son dos hechos que han logrado una amplia convocatoria, debido a que la marcha del 8 de marzo fue en todo el país y en otras partes del mundo.
En el caso del 9 de marzo, en el cual se realizó el paro nacional, por lo que millones de mexicanas no realizaron ninguna actividad laboral y comercial, es una muestra “metáfora” de lo que las féminas plantean, dijo.
“Es primero la necesidad de expresarnos públicamente de lo que nos importa y el silencio frente a las pocas posibilidades que nos dejan cuando no atienden las autoridades de manera adecuada los problemas, creo que sin duda será un parteaguas importante, por lo que espero que el movimiento y las mujeres mismas logremos mantener esta fuerza”, expresó la activista.
mpl