La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) reconoció el trabajo del gobierno de Michoacán y de la Comisión Estatal de Víctimas, así como del juez que emitió la máxima sentencia y al fiscal que realizó la investigación del feminicidio de la joven Jessica González, perpetrado el pasado 2020.
Con la pena máxima que, de acuerdo con el Código Penal de la entidad debe recibir un feminicida, ayer Diego Urik fue sentenciado a 50 años de prisión por el feminicidio de la educadora.
“Este hecho reafirma el compromiso que se ha establecido en este gobierno, de cero impunidad a una de las violencias más aberrantes que viven las mujeres, el feminicidio. Es necesario combatir de forma efectiva la impunidad y alcanzar la justicia, a fin de que se haga realidad el imperio de la ley”, precisó la Conavim en un comunicado.
La comisión reiteró la necesidad de fortalecer el marco normativo y emprender reformas en los congresos estatales para que el delito de feminicidio en todos los casos se homologue y alcance una pena máxima, que en el orden federal es de 70 años.
De igual forma, reiteraron que resulta clave otorgar mejores mecanismos de actuación a las fiscalías estatales y profundizar en la capacitación de las y los servidores públicos encargados de la atención de los delitos cometidos contra las mujeres.
DM