Los accidentes de tránsito ocurren cuando los conductores se olvidan de que están al frente de un automóvil que, en realidad, se puede convertir en un arma de varias toneladas contra otra unidad, un ciclista o contra un peatón, advirtió Lorena Cabrera Montiel, coordinadora de la Especialidad en Gestión Integral de Riesgo y coordinadora de la Maestría en Habitad y Equidad Socio Territorial de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Explicó que los gobiernos tienen que recurrir a esquemas como las fotoinfracciones para contrarrestar la corrupción y para garantizar que los automovilistas cumplan con las reglas de tránsito y los límites de velocidad.
“Es momento de pensar que no todo mundo es conductor y un porcentaje menor tiene acceso a conducir un auto. Hay que pensar en la gente que es peatón, en quien viaja en bicicleta”, resaltó la investigadora.
Lamentó que, en general, en la ciudad de Puebla y en muchas del país falta una cultura vial y una educación del automovilista, quien, en muchas ocasiones, recibe su licencia de manejo sin conocer la forma en que se enciende un vehículo o se conduce.
“Falta educación vial, empatía con los demás. Falta entender que llevamos un arma de varias toneladas y podemos causar un daño a los demás. Tenemos que hacer conciencia de que los límites de velocidad existen por razones de seguridad y para mejorar la convivencia”, explicó la investigadora.
De acuerdo con el estudio “Movilidad Escolar” de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) en Puebla, 30 por ciento de accidentes y lesiones en menores de edad, durante su traslado, ocurren por la tarde.
En la zona metropolitana ocurre el 57 por ciento de los accidentes de tránsito a nivel estatal, le sigue Tehuacán con 11 por ciento, Atlixco con siete por ciento y San Andrés Cholula con seis por ciento de los accidentes.
En Puebla se registran más de 11 mil accidentes de tránsito al año. En promedio, curre 1.35 muertes por cada 100 accidentes; mientras que en tres de cada 10, se registran, al menos, una persona lesionada.
La investigación de la AMTM realizada en las vialidades poblanas arroja que, las faltas al reglamento de tránsito más comunes son: estacionarse en doble o triple fila para el ascenso y descenso de escolares; obstrucción de áreas para el cruce de peatones y personas con discapacidad; y conducir a exceso de velocidad.
Ante el aumento del riesgo de accidentes, la AMTM destaca la necesidad de usar las banquetas y equipamiento urbano; colocar a los menores del lado de la pared; no perder de vista a los menores dentro de la unidad de transporte público; y extremar precauciones en los ascensos y descenso.
La especialista en Movilidad resaltó que el esquema de fotomultas puede traducirse en beneficios para la sociedad si se aplica con transparencia y para mejorar la convivencia. “Si con las multas se van a recaudar impuestos, se puede traducir en beneficios para toda la sociedad, siempre y cuando se apliquen de forma transparente”, finalizó la investigadora.
mpl