De acuerdo con el Titular de la Unidad de Atención A4 de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en el Estado de México, Aldo Rafael Vargas Sáenz, solo 3 de cada 10 personas realizan un presupuesto por escrito, semanal o mensualmente para controlar sus gastos y no exceder su capacidad de ingresos. De las personas que hacen un presupuesto entre 20 y 25 por ciento destinan una parte de sus ingresos al ahorro.
“Generalmente el ahorro se da para pagar imprevistos o para adquirir un activo fijo, un bien mueble como una laptop, una computadora o el enganche de su auto”.
Asimismo, resaltó, las personas gastan 5 por ciento de sus ingresos en “gastos hormiga”, es decir, aquellos que no representan mucho, pero son innecesarios como la compra de cigarros, refresco, café para llevar o golosinas. “Si dejamos de comprarlos no alterarán nuestro nivel de vida ni nuestra salud, por el contrario, si los eliminamos nos permitirán mejorar nuestro presupuesto”.
Recordó que el presupuesto es una herramienta financiera para tomar el control de los gastos que realizamos y por ende mejorar la economía familiar. “Es un registro previo y detallado, de preferencia por escrito que tenemos de los ingresos y gastos en un periodo determinado, ya sea semanal, quincenal o mensualmente”.
El presupuesto debe estar apegado a la realidad y seguirlo estrictamente para que funcione y permita identificar los gastos innecesarios, conozcamos las posibilidades de ahorro, logremos nuestros objetivos o metas financieras, conozcamos nuestra capacidad de pago o el ahorro.
“Lo ideal es llevar una columna de ingresos y otra de gastos, identificar los ingresos fijos y los variables o adicionales en caso de tenerlos; lo mismo que los gastos fijos como renta, comida, transporte, internet, además de las deudas mensuales y gastos como el cine o restaurantes”.
Una vez que tengamos el resultado, explicó, debemos verificar si los ingresos son menores a los gastos, pues indicarán que estamos en problemas o en la necesidad de solicitar un préstamo para hacer frente a los compromisos.
“Quienes generalmente no presupuestan bien sus gastos, los últimos días de la quincena o la semana ya no tienen dinero para sus solventar sus gastos y terminan usando su tarjeta de crédito. La mayoría no son totaleros y hacen un abono parcial o el pago mínimo para no generar intereses y al final es deuda que se va acumulando y va generando intereses”.
Si los ingresos y los gastos son similares, dijo, el presupuesto estará equilibrado, sin embargo, cualquier gasto imprevisto nos obligará a recurrir a un crédito. Cuando los ingresos son mayores a los gastos es la situación presupuestaria ideal, porque permitirá tener un excedente y ayudar al ahorro para cumplir determinadas metas financieras.
“Las metas financieras son, por ejemplo, juntar para un viaje, una computadora, para dar el enganche de un automóvil o una casa”.
MMCF