En medio de un debate polémico por acusaciones de violencia política, el Pleno del Congreso de Nuevo León aprobó gestionar un curso de capacitación en materia de identificación y prevención de actos de violencia política en razón de género.
Durante los asuntos generales de la sesión y luego de que la semana pasada el coordinador del PAN, Carlos de la Fuente, presuntamente les dijo niñas, las diputadas locales de Movimiento Ciudadano se pusieron una playera con la leyenda “No soy niña, soy diputada”.
La diputada Iraís Reyes, de Movimiento Ciudadano, dijo que no se debe suponer que envían a una mujer como escudo de un hombre para los debates parlamentarios.
“Omitir u ocultar información para obstaculizar nuestro trabajo en el Congreso. Hacer alusiones, que si seguimos solteras es porque debatimos mucho y mejor deberíamos comportarnos diferente, en total silencio.
“Referir, como alguna vez sucedió, que las mujeres solteras votamos mal porque no tenemos hijos, cuando podemos debatir u opinar sobre cualquier tema con independencia de nuestro estatus legal o si hemos tenido la oportunidad de ser madres. Llamar a una diputada empleada de un hombre, negando nuestra capacidad de decidir libremente”, apuntó.
O bien, añadió, minimizar su trabajo como diputadas, refiriéndonos como “las niñas”, como si su carácter de mujer autónoma y libre fuera despreciado.
También se exhortó a la presidencia de la Mesa Directiva, para que se asegure que, de aquí en adelante, no se realicen actos de violencia política en razón de género durante el desarrollo de las sesiones.
El curso, se estableció, deberá ser en coordinación con el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, así como con el Tribunal Electoral del Estado de Nuevo León, para que se genere un protocolo de actuación para prevenir, atender y dar seguimiento a casos de violencia política en razón de género.
Itzel Castillo, del PAN, dijo que también es válido mencionar incluir a todos los compañeros o presidentes porque hay diputadas que se refieren a la asamblea como mensos o patos.
“Me he sentido agredida o que hacen un cambio, también hemos manifestado algunas situaciones o palabras en contra de nosotras, hay que respetar y claro que a favor”, indicó.
Lorena de la Garza, del PRI, mencionó que deben ser libres de ejercer su trabajo sin tener que sufrir de presiones de parte del gobierno de Nuevo León.
“La bancada debería aprovechar la cercanía que tiene el gobierno, para que por favor les haya llegar el artículo 6 de la Ley de una vida libre de violencia, para que nos dejen ejercer nuestra libertad”, apuntó.
Por su parte, Norma Benítez, también de Movimiento Ciudadano, dijo que en lo personal, ha sido sujeta a violencia política e institucional por parte del coordinador de Acción Nacional.
“Me ha llamado 'empleada estatal' y 'niña', con el único objetivo de denostar mi desempeño como legisladora. Lo peor, es que su conducta violenta y misógina ha sido permitida por parte del presidente de este Congreso al ser omiso en aplicar las medidas correctivas que dicta nuestro reglamento para que dichas actuaciones no se reiteren, imperando así, la impunidad.
“Consideremos el mejor de los momentos para que estos personajes y grupos políticos reflexionen sobre su actuar, las mujeres no sólo merecemos, sino que exigimos el pleno reconocimiento de nuestros derechos, no somos de segunda ni de tercera, somos quienes hemos hecho realidad la paridad y la igualdad sustantiva en esta Legislatura, a través de nuestras luchas y demandas”, refirió.
Jessica Martínez, coordinadora de Morena, dijo que deben integrar una Unidad de Género que obligue hacer encuestas en todos los grupos legislativos para mejorar el trato a las diputadas.