A poco más de tres décadas del descarrilamiento del tren de carga que venia procedente de Esperanza y que cobró la vida de 32 personas y dejo más de 20 heridos, autoridades municipales e instituciones educativas se reunieron frente al obelisco para recordar esta tragedia que marco a Tehuacán y al estado de Puebla aquel 19 de noviembre de 1991.
Considerada como una de las peores tragedias ferroviarias, este domingo fueron recordadas nuevamente las personas de San Nicolás Tetitzintla, Tehuacán y Santiago Miahuatlán, que perecieron al quedar debajo de los furgones, del autobús o que fueron alcanzadas por partes del tren que se fueron desprendiendo a su paso por la zona urbana.
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La directora de la telesecundaria Gilberto Valenzuela Vera, Dulce García Rodríguez, señaló que a 32 años de esa tragedia, la historia de Tehuacán quedó marcada por los Tehuacaneros que perecieron en el “trenazo”, como se le llamó en esa ocasión, al ser uno de los accidentes ferroviarios mas sangrientos que hayan ocurrido en el país.
Recordó que aquel 19 de noviembre de 1991, el día trascurría con normalidad había finalizado el desfile de los preescolares eran las 12:45 del día, una polvareda se observó a lo lejos, hubo un silencio profundo, más tarde se observó la movilización de elementos del 37 batallón de infantería, se escuchaban los sonidos de ambulancias, bomberos y corporaciones de emergencia, había movilización de gente, calles cerradas al tráfico, gritos, llantos.
La máquina del tren 9130 que venía sin conductor y a una velocidad de unos 180 kilómetros con 14 vagones cargados con más de dos mil toneladas de cemento, granos como la soya y sorgo, se descarriló en el cruce de las avenidas José Garci-Crespo y Héroe de Nacozari, donde toda la carga quedó esparcida.
El estruendo fue fuerte, la maquina y los furgones se salieron de la vía para arrastrar la construcción de un restaurante, un taller mecánico y un autobús de la línea de Santiago Miahuatlán, que al ver al tren, detuvo su marcha y fue alcanzado por los furgones que se destrabaron de la máquina quitándole la vida a varios de los pasajeros.
El tren que se descarriló, venía procedente de Esperanza Puebla, al llegar a una pendiente en Santiago Miahuatlán, se quedó sin frenos e inició una loca carrera, los garroteros y maquinistas sabían del peligro que esto representaba e intentaron desenganchar los 20 vagones, lo hicieron con 6 y solo quedaron 14, nada mas pudieron hacer, se arrojaron del tren en movimiento cuando pasaban por la colonia de El Carmen en Santiago, dejando atrás los rieles ardientes.
CHM